Sospechoso de homicidio es detenido en megaoperativo

GASTÓN PÉRGOLA / DIEGO CASTRO

Un hombre que era buscado por su presunta participación en el homicidio de un comerciante en el Cerro es uno de los 11 detenidos tras un operativo desarrollado ayer en Punta de Rieles. Está acusado de haber matado a Walter Portela el 14 de julio.

El imputado del crimen de Portela tiene 25 años, no tiene antecedentes penales y, según fuentes policiales, habría sido el autor del disparo que acabó con la vida del comerciante.

Por esta rapiña, ya fue procesado un hombre de 27 años, que fue derivado al Comcar, y un menor de 16 años que está en un hogar del INAU. El detenido de ayer pasó la noche en la Jefatura de Policía y declarará hoy ante la Justicia.

De confirmarse la participación de este individuo en el asesinato de Portela, el caso quedaría totalmente resuelto.

MÁS PRECISIÓN. En su presentación ante la comisión de Constitución y Legislación de la Cámara de Representantes, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, defendió una vez más los "megaoperativos" al afirmar que tienen como fin evitar el "proceso incipiente de feudalización" que tiene al narcotraficante como líder. Aseguró que los procedimientos tienen un alto índice de aprobación entre los vecinos, según los resultados de una encuesta encomendada a la consultora Equipos Mori. "Tenemos muy medida cuál es la opinión de la gente que vive en esos lugares. Solicitamos que se hiciera una encuesta y dio como resultado que el 82% de esa gente conoce los megaoperativos y el 86% los apoya, por esa razón, vamos a seguir adelante", enfatizó.

Según Bonomi, son varios los mensajes que se pretende dar, tanto para los delincuentes como los jóvenes que viven allí.

"Queremos mostrar que los delincuentes no tendrán impunidad y se irá en su búsqueda al lugar que sea. Por otra parte, se busca que los niños y jóvenes que miraban como héroes a quienes apedreaban a un patrullero que entraba en esos lugares, entiendan que eso no se va a permitir y que el que lo haga marchará preso, es decir, que no contará con la impunidad que tenía", expresó el ministro del Interior.

Para el ministro es necesario cambiar los valores que estos jóvenes consideran como positivos. "El delincuente se siente realizado por aparecer en un video robando una farmacia y lo que para nosotros es negativo, en su medio es positivo para él; lo puede mostrar y decir que fue el autor de ese hecho".

Por su parte, Julio Guarteche, director nacional de Policía, narró su experiencia al frente de la Dirección de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas, donde fue director durante 10 años y contó en la comisión que se recibían 33.000 llamadas por año, "de las cuales 3.000 eran denuncias y los otros 30.000 eran insultos de jóvenes alumnos liceales que reconocíamos por la voz".

"Por eso se están realizando los operativos de saturación. Buscamos neutralizar el liderazgo negativo que se traduce en el narcotráfico. Eso es lo que está cambiando la realidad de los asentamientos en ese proceso incipiente de feudalización. Queremos crear un ambiente hostil e inseguro al narcotraficante y que exista una barrera que impida que los jóvenes y los niños lleguen a convertirse en delincuentes", graficó Guarteche.

Por su parte Bonomi explicó que a partir del tercer operativo se hizo un instructivo dirigido a la gente que objeto de un procedimiento. Les explican que no se resistan, que le pregunten al policía su nombre y que si éste no se los dice lo pueden denunciar en la comisaría. Además, indicaron a los policías que participan que se limiten a detener a las personas requeridas y hagan caso omiso a insultos y hostilidades. De esa forma, se empezó a registrar "un menor número de detenidos y una mayor relación detenidos-procesados".

Bonomi habló con preocupación del problema con las bocas de venta de pasta base constituidas por familias, lo que dificulta a la Policía erradicar el negocio. "Cuando se descubre la boca se hace autor un individuo, que es quien va preso, pero eso no significa que la boca no exista más. A la noche esa boca trabaja doble; para el ingreso que tenía, para pagar al abogado de quien está preso y para mantenerlo en la cárcel. La boca no cierra sino que perfecciona su funcionamiento", explicó Bonomi, motivo por el que se estudia dar "prisión domiciliaria, con el fin de que un asistente social tenga acceso a ese hogar las 24 horas.