Distancias, fortunas y famosos admirados

MATÍAS CASTRO

La cantante y actriz estadounidense Miley Cyrus no tiene veinte años pero en su carrera de menos de una década ya ha generado una fortuna personal de 89.7 millones de euros. Jaden Smith, el hijo de Will Smith, tiene trece años y una fortuna de seis millones de dólares gracias a haber hecho una película como protagonista y un puñado más de actuaciones. Selena Gomez, actriz que tiene diecinueve años, tiene en el banco tres millones de euros luego de unos pocos años de trabajo. El canadiense Justin Bieber lleva unos tres años cantando como estrella adolescente y ya acumula unos cincuenta millones de euros. Abigail Breslin se hizo conocer cuando era niña y protagonizó la película Pequeña Miss Sunshine, hoy tiene quince años y unos nueve millones de euros en su cuenta. Por encima de todos estos casos está los actores de La saga Crepúsculo, quienes solo por la última película de esta serie cobraron 19 millones de euros cada uno.

La lista de casos como estos podría seguir por varias columnas más, pero no haría más que demostrar una y otra vez que la distancia entre estas figuras y los adolescentes que los siguen es gigante. Los millones, así nombrados como en la lista anterior, se acumulan y parecen perder sentido. Pero hay que pensar en términos de un adolescente común de los que los admiran, que difícilmente disponga más que de unos pocos pesos o dólares para gastar todos los meses.

La gente no sigue a tal o cual celebridad porque envidie (tengamos en cuenta que la envidia es un sentimiento negativo, poco compatible con la admiración) su vida, sino porque de alguna manera respeta lo que hace o dice o simplemente lo admira sin más. Y con ese comentario me referí estrictamente a los casos de admiración de farándula, no de admiración de algún actor por su capacidad histriónica ni de un músico por su talento. En los casos de admiración de farándula el factor del deslumbramiento es clave y por ello el tema del poder económico y de los lujos materiales es fundamental.