No se va el arquero, sino la diferencia

Hay buenos y muy buenos jugadores, y -de ahí para arriba- están los que hacen la diferencia.

Es cierto, un equipo es un todo, como se dice siempre. Sin embargo, hay dos funciones distintas al resto: la del delantero goleador y la del arquero.

En ese aspecto, incluso, se puede apuntar un matiz: se nota más cuando el plus lo aporta el primero; pero cuando el segundo no tiene ese nivel superlativo, al equipo le duele.

En otras palabras, por ahí es posible salir campeón con un juego de conjunto que supla la falta de un goleador excluyente; pero no se puede sin un arquero que saque las pelotas "normales" y también algunas de las que con otro van adentro.

Pues bien, el "Popi" Muñoz es uno de éstos; por lo que a Nacional no le será fácil tapar en toda su dimensión la brecha que deja su alejamiento. No se fue un muy buen arquero, sino uno que hace -e hizo- la diferencia.

En ese sentido, yendo a lo que en el ámbito del fútbol local es motivo de comparación eterna, si en los últimos tiempos Nacional ha ganado más títulos es -entre otras razones- porque faltó un arquero así en la vereda de enfrente.