|
El análisis por Edward Piñón
Resulta que son muy quisquillosos cuando hay que medir el tamaño de las butacas o cuando hay que inspeccionar alguna cancha porque parece que hay un tejido que no tiene el entrelazado pequeño.
A veces, suelen tirar un pesado libro de reglamentos cuando quieren evitar que se juegue en una cancha, pero de golpe y porrazo se hacen los tontos cuando un juez comienza un partido mucho después que otro en una jornada en la que está marcado que deben dar el puntapié inicial al mismo tiempo.
En algunos casos pueden lavarse las manos y tirarle la culpa a un funcionario, pero cuando suceden casos de gravedad como el que le tocó vivir a los jugadores de Peñarol en Mendoza no hay lugar para "oídos sordos" y mucho menos para los que silban para arriba haciéndose los bobos.
A una delegación deportiva no le puede pasar, bajo ningún concepto, lo que le sucedió a Peñarol. Y que no vengan con excusas, que procedan como hay que hacerlo.
Con todas las de la ley y si no hay ley, que la escriban de inmediato. No miren más para el costado.
¿Y vos qué decís?
www.ovaciondigital.com.uy
El País Deportivo
¿Encontraste algún error? | « volver |