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ASSE. Traslado de pacientes se hace cada vez más difícil; denuncian falta de asistencia
N F. CASTILLO / CORRESPONSALES
Trasladar a pacientes desde el interior profundo es una odisea. O las ambulancias no funcionan o no tienen personal para ponerlas en marcha. Ya hubo dos casos fatales en Sarandí del Yí y en Baltasar Brum. Y uno grave en Santa Clara de Olimar.
Que las ambulancias están vetustas, en mal estado, que no hay choferes los fines de semana, que falta personal médico para acompañar el traslado, que sólo salen del hospital en casos de "verdadera urgencia".
Por diferentes razones, llevar pacientes graves desde localidades del interior del país hacia las capitales departamentales o Montevideo comienza a advertirse como un problema que desemboca luego en situaciones dramáticas o, en el peor de los casos, fatales.
A fines de enero, en Sarandí del Yí (Durazno), una mujer que había sufrido un ataque cardíaco falleció luego que el centro auxiliar local se negara a trasladarla. El argumento que se dio fue que la ambulancia sale únicamente del hospital ante accidentes o emergencias puntuales. Su caso no fue considerado una emergencia. Una camioneta policial, con colchón en su caja, realizó el traslado.
Unas semanas más tarde, un accidente en Baltasar Brum (Artigas) desnudó las carencias de emergencias móviles en la zona. Un joven que chocó en su auto contra un camión falleció tras unas horas en que la asistencia móvil se demoraba. No había ambulancia en la ciudad para su traslado, y la que llegó desde Gomensoro presentaba dificultades mecánicas.
Una situación casi idéntica, pero con distintas consecuencias, se produjo la semana pasada en Santa Clara de Olimar (Treinta y Tres). Durante una competencia, un joven cayó de su caballo y sufrió un golpe importante en la nuca. De inmediato se dispuso su traslado al Hospital de Melo en una unidad especializada. El chofer habitual estaba con licencia médica y su suplente no trabajaba los domingos.
Ante esa insólita imprevisión, la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) convocó a una ambulancia de la empresa SUTT (Servicio de Urgencia, Tratamiento y Traslado), que frecuentemente es contratada para traslados a localidades de la zona, como Tupambaé, Cerro Chato y Melo.
Pero increíblemente la ambulancia de SUTT sufrió un desperfecto mecánico que impidió que se completara el traslado. Tuvieron que regresar al paciente a la puerta del centro asistencial de Santa Clara y esperar una hora más a que llegara otra ambulancia de SUTT.
Afortunadamente, en este caso, el joven se recupera y está fuera de peligro.
Panorama. En Durazno hay ambulancias, pero es como si no las hubiera. La mayoría están viejas y tienen que recorrer largas extensiones de caminos en mal estado cada vez que realizan un traslado hacia el hospital en la capital departamental. Marchan, pero los motores y los frenos fallan, pierden aceite, las salidas se retrasan y los pacientes "sufren" cada kilómetro recorrido en la camilla.
María Bocchiardo, directora de la red de Atención Primaria (RAP), que coordina Sarandí del Yí y las policlínicas rurales del departamento, reconoció que en Durazno se necesita "urgente" una renovación de varias unidades de ambulancia". Hace un año que las pidieron y no hay respuestas.
Bocchiardo dijo que en Durazno hay una ambulancia en cada policlínica rural, pero no todas están en buenas condiciones. En la Charqueada, departamento de Treinta y Tres, hace dos meses que no hay ambulancia, porque la que hay está rota. Los traslados de pacientes se están realizando en vehículos particulares o en una camioneta de la Policía.
El hospital de Fray Bentos, en Río Negro, tiene dos ambulancias destinadas a traslados no especializados, es decir, para trasladar pacientes que recibieron alta médica en Montevideo o que utilizan el medio para realizar estudios clínicos en otras ciudades.
Para los traslados especializados de adultos y niños, el hospital se ve en la necesidad de contratar a la mutualista local. "Tengo las ambulancias, el equipamiento, ocho choferes y el dinero para pagar los viáticos, pero no existe el mecanismo para instrumentarlo", advirtió Jorge De Giobbi, director del hospital de Fray Bentos, que reclamó por esto a las autoridades de ASSE sin tener aún una respuesta al planteo.
En Salto el mayor problema que se advierte en las unidades de emergencia es el desgaste de los motores por los miles de kilómetros que tienen recorrido y su antigüedad.
El director departamental de ASSE en Salto, Juan José Leal, explicó a El País que se está elaborando un informe que dará cuenta de la situación del parque automotor destinado al traslado de pacientes.
La unidad más nueva que está al servicio de usuarios es del año 2005. "La mayoría de las unidades son modelos 80-90 y con más de 400.000 kilómetros recorridos", acotó Leal.
El director del hospital de Salto, Juan Pablo Cesio, dijo que además del recambio de estos vehículos se necesita agregar más ambulancias para traslados de larga distancia.
Cesio dijo que reparar las viejas unidades tienen un alto costo. Hay una ambulancia que está paralizada desde hace cuatro años porque el repuesto tiene un costo de US$ 22.000.
"La Policía tuvo que ir (en camioneta) con un colchón, porque la ambulancia estaba pero no salió. Hubo que cruzar toda la ciudad, porque la señora era de campaña". El edil nacionalista Edilberto de Oliveira planteó así, con crudeza, la situación registrada el pasado 28 de enero en Sarandí del Yí, cuando una mujer de 62 años, murió al no lograr sus familiares que una ambulancia del Centro Auxiliar llegara para socorrerla. La unidad no fue autorizada a ser movilizada. Cuando la Policía logró trasladarla, ya era tarde.
Que los efectivos policiales terminen haciendo el trabajo que corresponde a una emergencia médica es algo usual en el interior profundo del país. En la localidad de La Charqueada, en el departamento de Treinta y Tres, hace dos meses que una camioneta de la Policía se está encargando de los traslados de los pacientes graves.
Según un informe publicado por El País, en el año 2008 se hacían 6.400 traslados "policiales" de pacientes por mes.
Las autoridades policiales han reconocido que esto no es lo ideal, pero admiten a su vez que hay lugares, sobre todo pueblos chicos del interior, donde el único auxilio posible a mano es el que puede brindar la Policía y como hay bajos índices delictivos las unidades pueden dedicarse a todo tipo de tareas que no hacen otras instituciones.
El problema ocurre cuando la distracción de efectivos policiales en estas tareas "extra policiales" se da en lugares con alta tasa de delitos. Canelones es uno de los departamentos que entra en esta categoría.
En un extenso informe elaborado hace un mes por el Movimiento de Usuarios de los Servicios de Salud Pública y Privada del departamento de Canelones, uno de las principales problemas que se advertían era la "escasa" respuesta del sistema de salud canario ante las emergencias médicas.
En la localidad de Migues, por ejemplo, los usuarios de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) esperan desde hace más de cuatro años por un convenio de complementación que les permita atención ante urgencias en forma inmediata. En la localidad hay ambulancia, pero no tienen chofer. Actualmente deben viajar 25 kilómetros desde una localidad con escasos medios de transporte y una población con bajos recursos económicos. Al igual que en Migues, en Montes no hay chofer que maneje la ambulancia y aún esperan por un convenio de complementación de servicios que les evite viajar en forma particular 33 kilómetros ante urgencias. Lo mismo ocurre en San Jacinto, los usuarios deben viajar en forma particular hasta el Hospital de Tala. Autoridades de ASSE en Canelones señalaron a El País que se está trabajando en los detalles finales para acordar la complementación de servicios con las mutualistas de la zona y garantizar el servicio de emergencias móviles.
"Una buena parte de la población del departamento de Canelones está siendo `atendida` por un primer nivel de atención que no funciona como debería", concluye el informe elaborado por los usuarios de Canelones elaborado en base a informaciones aportadas por pacientes de cada localidad del departamento canario.
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