El "caso centinela" de una mujer que tenía alta médica fue clave

RAÚL MERNIES

Un caso "centinela" detectado la semana posterior a la primera denuncia anónima "permitió llegar a los procesamientos", dijo el ministro del Interior, Eduardo Bonomi. Fue una paciente del Hospital Maciel que tenía el alta firmada y murió al otro día.

El caso de la mujer que murió sorpresivamente el día después de que le dieron el alta médica fue determinante para desencadenar los procesamientos .

En conferencia de prensa los ministros Eduardo Bonomi (Interior) y Jorge Venegas (Salud Pública) afirmaron que se trata de un caso "inédito en el país" y que es un hecho "muy doloroso". Además dieron detalles, relatando, por ejemplo, que "la mujer que tenía el alta se había arrancado las vías y los colectores antes de morir", lo que elevó las sospechas.

Bonomi se enfocó en los aspectos policiales del caso y Venegas apuntó estrictamente a lo médico, haciendo reiterado énfasis en que su cartera tiene "bien clara la diferencia entre error médico y criminalidad".

El ministro del Interior confirmó que la investigación comenzó en enero tras "una llamada anónima, que daba pocos elementos y que provenía del ambiente de la salud".

La Policía investigó "durante bastante tiempo", dijo Bonomi, y cuando hubo "algo más que algunos elementos sueltos", se le dio cuenta a la Justicia.

En este sentido, Venegas explicó también que en el marco de un programa de la Organización Mundial de la Salud denominado "Seguridad de los Pacientes y Prevención del Error en Medicina" se crean comités en cada uno de los prestadores de salud que hacen seguimiento de los casos que tienen causas de muerte sin explicación concreta.

Gracias a esos equipos el MSP tenía identificados en una lista una cantidad de casos de muertes de confusa explicación que estaban siendo analizados por que se enmarcaban dentro "de determinados parámetros de diagnóstico y tratamiento".

Más allá de eso, la muerte repentina de esta mujer fue "la que permitió llegar a las pruebas concretas", dijo Bonomi, para los procesamientos.

Cinco de los asesinatos se registraron en la unidad cardiológica del Hospital Maciel (ASSE) y los 11 restantes en la unidad de neurocirugía de la Asociación Española. "Ninguna de las dos unidades son de tratamiento intensivo, sino más bien de observación, aunque la de neurocirugía presenta casos más complejos", explicó el ministro de Salud.

Bonomi agregó que los implicados hablaron de "piedad" para justificar sus hechos, pero agregó que "esa causa no se desprende de las víctimas, incluso porque una de las personas que mataron tenía el alta firmada".

Bonomi agregó que "hay una gran cantidad de declaraciones genéricas y 16 reconocimientos concretos", por lo que de ahora en adelante se buscará "darle forma concreta a esa información genérica". La Justicia informó que los procesados confesaron más casos, aunque no pudieron reconocerlos.

Anoche los ministros seguían sin conocer los nombres de los 16 asesinados, y tampoco estaba claro en qué plazos habían sido ultimados por los enfermeros. "La Justicia no tiene claro el período de tiempo y los propios procesados tampoco pudieron precisar los períodos para cada caso", dijo el ministro Bonomi.

La investigación "no está agotada" y "ambos enfermeros tenían conocimiento de que el otro hacía lo mismo, aunque cada uno actuaba por su lado", explicó el ministro Bonomi, quien no quiso dar más detalles del proceso de la investigación. "Esto se va a seguir investigando para atrás, va a llevar mucho tiempo. Podemos estar hablando de años de irregularidades de este tipo, y de un número superior de muertes que no podemos determinar", afirmó.

Venegas dijo también que el gabinete ampliado de su Ministerio, que opera conjuntamente con la Comisión de Seguridad del Paciente, seguirá trabajando durante los próximos días, ya que hay "mucha información genérica" sobre la que se debe profundizar.

En este sentido, el MSP ya definió que conformará un dispositivo que trabajará sobre los aspectos "psicosanitarios" de las personas que trabajan en los sectores de las instituciones implicadas y en el resto del sistema, buscando identificar perfiles y descartar situaciones similares en otras sedes.

"Nosotros trabajamos para la salud, no trabajamos para hechos así. Estamos consternados por los hechos y con mucho dolor por los acontecimientos, por los ciudadanos y sus familias", afirmó Venegas, que envió su saludo a los familiares y afirmó que su cartera "pondrá todo lo que esté al alcance para seguir trabajando de cerca con las instituciones pertinentes del ámbito judicial y del Ministerio del Interior".

El ministro de Salud Pública también se refirió a que se tenía la información hace meses, pero afirmó que "se la mantuvo en la reserva más importante para que el Poder Judicial hiciera el procedimiento pertinente".

Las inspecciones tanto en la Española como en el Hospital Maciel comenzaron hace varias semanas y se siguen llevando adelante, informó Venegas.

El secretario de Estado destacó el hecho de que "nuestros trabajadores de la salud estuvieron alerta a este tema y fueron muy convincentes cuando entregaron la información" y luego felicitó a "todos los funcionarios de la salud por sus convicciones y su trabajo".

Desde el Ministerio del Interior se adelantó que la investigación demandará "muchos meses" y que en cuanto se conozcan los nombres de las víctimas identificadas se conformará una oficina especial que se dedicará a dar respuesta a todas las personas que tengan dudas, o que sospechen que sus familiares pueden haber sido víctimas de los "ángeles de la muerte", como los denominó el equipo de investigación.

El último caso: Santa Gladys

El último homicidio de los enfermeros procesados ayer por el juez Rolando Vomero fue el de Santa Gladys Lemos, una mujer diabética de 74 años a la que le habían dado el alta médica, pero murió en el Hospital Maciel antes de irse a su casa. Lemos había sido ingresada el 1° de marzo con convulsiones, y el lunes 12 de marzo tenía el alta médica.

Eran las 13.30 horas de ese lunes cuando la mujer comenzó a sentirse mal. De repente, Santa Gladys comenzó a echar espuma por la boca y a retorcerse en la cama, sin ninguna explicación. El esposo de la paciente intentó sentarla en la cama, pero Lemos se desvanecía, y en eso el personal médico pidió a la familia que se retiraran de sala. Media hora después del episodio la familia fue enterada del estado grave de la paciente, pero a las 18.30 estaba mejor, "lúcida, consciente y hablando". Una hora después, sin embargo, la situación se tensó. Según dijeron los médico, Santa Gladys habría tenido un infarto, todas sus funciones orgánicas estaban mal y pronto la desconectarían. Sobre las 20.30 del lunes 12 la familia fue informada del fallecimiento de la paciente. Hicieron los trámites de sepelio y gestionaron el velatorio en la empresa Carlos Sicco, informó Subrayado.

Todo estaba dentro de lo planificado hasta que una llamada los enteró de que el cuerpo de Gladys había sido conducido a la empresa fúnebre por policías de "Delitos Complejos".

Era en realidad el departamento de Crimen Organizado que entendió en la investigación desde hace al menos dos meses. La investigación se llamó "Operación Ángeles", por la denominación "Ángeles de la muerte" que se les da a los miembros del personal de salud que matan pacientes.