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EDWARD PIÑÓN
Cuando se iluminó Sergio Blanco, hizo un gol y dio el otro, Nacional logró lo que tenía que conseguir después de tanta disputa política y jurídica en la Asociación Uruguaya de Fútbol: el triunfo y la punta del Torneo Apertura.
Pero, tras comprobar las dificultades que volvió a exhibir el elenco orientado por Gerardo Pelusso al momento de dominar las acciones, de construir jugadas que le permitieran ser el protagonista del partido, no queda otra que concluir que lo único que queda es eso. O sea, llegó a la punta y chau. Es lo que hay. No pidan más nada.
Podrá decirse que hubo una "chapita" de oro en el primer tiempo, por el golazo de zurda de Blanco, y también podrá destacarse la muy buena combinación que le permitió al "Morro" Sebastián García liquidar el pleito en el segundo tiempo, pero Nacional volvió a ser muy anunciado a la hora de ofender. Y un equipo sin sorpresa no solo aburre, si no que se muestra escaso de recursos.
Villa Española, como lo había demostrado ante Peñarol, manejó bien la pelota. Tocó con claridad y buscando siempre el pase profundo. Así gestó las acciones de mayor riesgo de la primera mitad y dejó en evidencia los riesgos que corrieron los tricolores al colocar a Diego Arismendi como zaguero.
Además, con Melo perdido, lento y nervioso, el aurirrojo bien pudo darle un sorpresivo cachetazo a Nacional, filtrándose por una zaga que fue demasiado generosa.
El gol de Blanco, a los 20 minutos, no modificó mucho la fisonomía del cotejo. Es que Nacional siguió tirando pelotazos para adelante, a Martín Ligüera -que metió algún pase- le costó entrar en contacto con el balón y el "Morro" y Blanco se tuvieron que dedicar a luchar para ver si conseguían pellizcar una pelota en la salida del visitante.
A medida que avanzaron los minutos y que a los muchachos de Villa Española se les fueron acabando las fuerzas, al bolso le empezó a quedar mejor planteado el partido como para no sufrir consecuencias de ninguna índole.
Con todo, Burián casi se manda una de aquellas al tratar de despejar una pelota y en lugar de mandarla a las nubes se la puso en los pies a Hernán Figueredo. Después, el arquero consiguió enmendar el error al ahogarle el grito de gol al delantero.
La paz definitiva en el marcador apareció con el gol del "Morro". El 2-0 alejó toda duda de lo que podía pasar en el cotejo, pero no disipó las que se mantienen por la falta de juego asociado que tiene este equipo.
Ayer, por encima de las bajas importantes que tuvo con Victorino y Romero en el fondo, más el "Cacique" Medina en el ataque, quedó una vez más en evidencia que sin el argentino "Matute" Morales Nacional no tiene una ofensiva que pueda sorprender. Y, lo que es peor para el remate del campeonato, que provoque alarma en las defensas rivales.
Está claro. Llegó a la punta y es lo que hay. No pidan más.
Fabricó espacios, se juntó bien con Figueredo y probó al arco.
Después que hizo el golazo que abrió el marcador se encendió.
Ovación digital
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