Gerardo Pelusso aún respira

JORGE DA SILVEIRA

Nacional venció de atrás a Peñarol 2 a 1 en el primer clásico del año, que tenía mucha importancia para ambos técnicos, muy cuestionados en sus propias filas. Pelusso pudo dejar el club si hubiera finalizado el Apertura en diciembre, aun ganándolo, en razón del pobre rendimiento colectivo del equipo luego de catorce meses de trabajo. Saralegui, que comenzó muy bien en el Clausura 2008, perdió las finales del Uruguayo ante Defensor Sporting y no hizo buen Apertura pese a tener el mejor plantel del medio. No encontró al equipo ni consiguió que jugadores fundamentales como Bueno jugaran lo que pueden, por lo que quedó sin posibilidades de título. Su situación era complicada. Discutió fuerte con Juan Pedro Damiani en San José y supo de una charla del presidente con Julio Ribas, cuyo nombre suena fuerte para sucederlo.

Para el técnico tricolor eran muy trascendentes este clásico y la definición del Apertura. Para el aurinegro esta segunda derrota consecutiva ante Nacional fue decisiva. Motivó su renuncia, ya aceptada, al cargo.

Peñarol comenzó mucho mejor. Generó cinco ocasiones de gol en los primeros 30 minutos. En Nacional sólo se destacó Álvaro Fernández, quien generó el penal que Sergio Blanco convirtió en el gol del empate cuando terminaba la primera mitad. Pelusso se la jugó. Decidió seguir con tres zagueros y hasta el segundo tanto de Romero a los 24` jugó mejor el balón y disimuló muy bien la inferioridad numérica dada hasta la acción previa al tanto decisivo. Luego sumó defensas al carecer de delanteros y aguantó el 2-1. Peñarol no tuvo fútbol y careció de la tradicional rebeldía.