Prioridad: El uruguayo

JOSÉ MASTANDREA

A las 18.30 todo el plantel estaba cambiado. Medias negras, shorts negros y remeras amarillas sin mangas fue el atuendo de los jugadores para poder paliar, en algo, el intenso calor de una tarde veraniega como pocas.

A un costado del campo de juego, estaban las cámaras de televisión, las de fotos con sus lentes enormes y la mayoría de la prensa.

Sin embargo, la aparición de Julio Ribas y los futbolistas demoró algo más de lo previsto: salieron a la cancha principal de Los Aromos cincuenta minutos después del horario fijado.

La charla de Ribas con el plantel fue intensa, directa, frontal. Y se dio en el amplio estar que la concentración tiene entre el pasaje del comedor a los dormitorios. Allí, frente a la estufa a leña, sentados en una verdadera platea, los futbolistas escucharon las primeras palabras del nuevo entrenador. Muchos ya lo conocen. Darío Rodríguez, Nicolás Rotundo, Antonio Pacheco, referentes del grupo, saben lo que es trabajar con él.

Ribas fue claro: no hay mucho tiempo para afrontar los dos partidos de la primera fase de la Copa pero "Peñarol tiene que apostar a ganar todo lo que juega".

"Estar acá en Peñarol es maravilloso. No hay nada que envidiarle al Milan o al Real Madrid. Peñarol es más grande, tiene más historia", recordó el entrenador.

Los dos encuentros de la Copa lo agarran mal parado. Sin posibilidades de armar un plantel, Ribas asumirá los compromisos ante los colombianos con optimismo porque "creo en el jugador uruguayo".

De todas formas, en su fuero más íntimo, tiene una apuesta mayor, que no es otra que ganar el Campeonato Uruguayo.

"El camino es largo y duro pero sólo los duros recorren el camino", dijo convencido.

Ayer, el plantel aurinegro dividió tareas. Los que jugaron ante el Atlético Mineiro hicieron un trabajo regenerativo mientras que el resto trabajó en forma más intensa bajo las órdenes del profesor Neri Machado.

A un costado de la cancha principal, varios dirigentes (Gervasio Gedanke, Washington Cataldi y Fernando Errico) siguieron la primera práctica de la segunda "era Ribas".

También un grupo de hinchas de la Amsterdam que esperaron pacientemente la llegada del nuevo entrenador.

Cuando lo vieron aparecer (todo de negro) gritaron "¡vamo Julio ehhhh!" y aplaudieron.

Después de nueve años, Ribas pegó la vuelta a Los Aromos y lo hizo como siempre, convencido. "La gloria nos espera", tiró.

La charla

Mano a mano

Apenas fue nombrado director técnico, Julio Ribas tomó el teléfono celular y se comunicó con Carlos Bueno. Pactaron una reunión. Los dos se encontraron para charlar "mano a mano" y los temas que sobrevolaban en el ambiente quedaron aclarados. El entrenador confía ciegamente en el goleador artiguense.

Van a llegar refuerzos

Juan Pedro Damiani ya tiene en su poder la lista de posibles refuerzos de cara al Torneo Clausura ya que hasta que Peñarol no termine de disputar la primera fase de la Copa Libertadores de América no se sumará ningún futbolista al actual plantel. De todas formas, los que lleguen serán para reforzar puestos en donde no haya ningún juvenil del club con posibilidades de mostrarse. El proyecto que se encaró con el cuerpo técnico de Julio Ribas tiene como premisa no "tapar"a las figuras que surgieron de la mano de Víctor Púa en las inferiores. De hecho, en la lista de buena fe que los aurinegros presentaron ante la Confederación Sudamericana de Fútbol para jugar la Copa, hay tres juveniles: Damián Santana, Jonathan Ramis y Nicolás Mezquida, figuras de enorme futuro que ya pasaron a formar parte del plantel superior.