Síntomas de mejoría en los cuestionados

Sacrificio y entrega absoluta en todos los entrenamientos que realiza Peñarol es lo que exige Julio Ribas.

El técnico dejó en claro en la interna del plantel carbonero que no va a regalarle nada a nadie. No hay intocables ni preferidos. Quien rinda mejor jugará.

El entrenador le dijo a sus dirigidos que tratará de darle oportunidad a todos en la medida que cada uno demuestre estar apto cuando las circunstancias lo requieran, ya sea por el tipo de partido que se presente o porque un compañero de la misma posición haya bajado su nivel.

Ribas, de hecho, promueve una fuerte competencia en todas las líneas.

el arco. Pablo Cavallero estaba sindicado como titular en el debut de los mirasoles, pero no tiene garantizado el puesto.

Sebastián Sosa está con buena chance de jugar desde el vamos y podría desplazar al argentino al banco de suplentes.

La atmósfera de Los Aromos ya no está tan pesada. Un cambio de entrenador habitualmente descomprime el ambiente y así sucedió en Peñarol.

Además, se palpan buenos síntomas de recuperación colectiva. Hay algunos jugadores que pusieron los pies sobre la tierra e hicieron una sana autocrítica para mejorar en el plano deportivo.

El caso más notorio fue el de Gerardo Alcoba cuyo desenvolvimiento en los entrenamientos y en los ensayos amistosos ha colmado las expectativas del nuevo orientador.

El zaguero confesó en su entorno que había tocado el cielo con las manos cuando obtuvo el título el Torneo Clausura y que después inconscientemente perdió de vista los pequeños grandes detalles.

Quiere volver a ser el Alcoba del primer semestre del 2008 y por eso está esforzándose más en los trabajos, con el mismo ahínco que lo llevó a superar una situación adversa que lo tuvo marginado de las canchas durante seis meses.

no camina. Otro de los futbolistas cuestionados por la hinchada por su altibajos es Richard Núñez.

El volante zurdo dijo que a él no le gusta caminar en la cancha, pero que a veces se fastidiaba y no se daba cuenta que quedaba como inmóvil en el terreno de juego. Para él fue una etapa superada y se siente cómodo jugando por el costado izquierdo.

Carlos Bueno, que estuvo en el ojo de la tormenta, está en buena sintonía con Ribas y dicen que el técnico lo sacudió para que pronto termine de secar la pólvora.