TECNOLOGÍA
"Sin conexión, sin vida"
Raúl Echeberría, director ejecutivo de el Registro de Direcciones de Internet para América Latina y el Caribe (LACNIC), fue consultado por EL PAÍS digital y tuvo sin duda la respuesta más extrema. Para él 24 horas sin poderse conectar al mundo significa "no tender vida".
"Desde 1991 todo mi trabajo ha estado vinculado a Internet que hoy juega un rol fundamental en mi vida. Trabajo con gente del interior y esta herramienta me permite una interrelación con colegas de todo el mundo. Mi conexión con el mundo es a través de Internet", dijo.
Para reafirmar este concepto, Echeberría relató que por motivos laborales debe estar al menos 100 días al año alejado de su oficina en Uruguay. "Gracias a la computadora e Internet manejo la empresa como si estuviera sentado en la oficina", dijo.
La comunicación, a través de un constante chequeo del correo electrónico, es una de las razones por la que este empresario no podría vivir sin Internet.
"A veces estoy en la playa en otro país, y sigo pendiente del mail. Puedo hacer eso porque puedo estar conectado", agregó.
Sin embargo la tasa de la conexión resulta un problema cuando estar en Internet significa tanto. "En Uruguay y los países de la región la tasa es cara", opinó Echeberría. "Lo que más me preocupa es que el surguimiento de nuevos servicios y nuevas tecnologías son más caras. Así es complejo adoptar las nuevas herramientas que van surgiendo", agregó. |