La percepción de los uruguayos sobre distintos factores económicos como la pobreza, estratos sociales y ahorros, cambiaron en los últimos 10 años. Parecería que la crisis de 2002 marcó a fuego más que los bolsillos.
Entre la libertad de opinión, la necesidad de tener unas Fuerzas Armadas más poderosas y de embellecer las ciudades y campos, 72% de los uruguayos destacaron el crecimiento económico, frente a 64% en 1996.
El dato surge del Estudio Mundial de Valores, realizado por la encuestadora Equipos Mori para el período 1996-2006.
"Después de una crisis económica todos los discursos se alinean de forma bastante importante. Y es bastante obvio que ese alineamiento iba a ser por tener la reactivación económica como prioridad", opinó el sociólogo Gustavo Leal.
Sin embargo, la crisis generó más rupturas que conciliaciones. Un ejemplo es la pregunta de por qué existe gente necesitada en el país. En 1996 el 12% respondió que "son pobres por flojos y por falta de voluntad". En 2006, el porcentaje trepó al 26%. Así, en 1996 el 77% consideraba que son pobres porque "la sociedad los trata injustamente"; en 2006 bajó al 47%. Mientras, y ante la pregunta de por qué hay gente necesitada en el país, en 1996 el 10% dijo no saber y 2006 ese número subió al 27%. "Hay un sector de la población relativamente importante que está de acuerdo con afirmaciones que estigmatizan la pobreza", opinó Leal.
Y agregó: "La crisis de 2002 fue un punto de inflexión porque un sector de la sociedad empezó a asumir como verdad que la pobreza es algo estructural que no va a cambiar. Por lo tanto, pasó de la tolerancia o la compasión a tener una opinión mucho más severa. Dejaron la idea de excepcionalidad y pasaron a aceptar la latinoamericanización del Uruguay", dijo.
Y añadió: "Esto se vio reforzado con que políticas sociales han generado una división de la opinión pública importante". Como ejemplo, mencionó el ingreso ciudadano.
Para Ignacio Zuasnaábar de Equipos, este cambio de valores, al cual calificó de "muy importante", está asociado a otros dos elementos. En primer lugar, el reconocimiento al gobierno actual de que hay más acciones por los pobres que hace diez años. El 81% que pensaba que se hacía poco por ese sector de la sociedad, bajó al 40% en 2006.
Por otra parte, y en la medida en que el gobierno los ayuda más, "hay un sector de la población que encuentra posible salir de la pobreza y que empieza a depositar más responsabilidades sobre los propios pobres", afirmó Zuasnábar. El investigador hizo referencia al aumento en una década del 22% al 35% de los encuestados que creen factible escapar de la pobreza. Los que piensan que "hay muy pocas posibilidades" bajaron del 73% al 54%.
En un mismo sentido, ante la pregunta: "¿Diría usted que el número de pobres en Uruguay ha aumentado, disminuido o sigue igual que hace 10 años?", el 82% dijo que era mayor en 1996 y el 51% respondió lo mismo en 2006. También hubo una gran variación entre los que respondieron "es menor" (del 3% al 13%) y "igual que antes" (del 13% al 26%).
Para la economista Mercedes Comas, de PriceWaterhouse, la única forma de entender este resultado es que "la percepción está muy ligada a la historia reciente", ya que "uno tendería a pensar lo contrario". Destacó que mientras en 1995 -un año antes de la primera encuesta- se registró una caída del producto, desde mediados de 2005 el país vive una recuperación económica.
Nivel económico. Un indicador que varió en la última década fue la evaluación sobre la situación económica del propio hogar. Cuando en 1996 el 55% estaba completamente o muy satisfecho, en 2006 esta cifra descendió al 44%. La insatisfacción no se movió del 19%.
El ahorro también bajó. Sólo el 10% sostuvo que pudo hacerlo el año pasado, contra el 14% de la anterior encuesta. Lo mismo sucedió con los que dijeron que el dinero "apenas le alcanzó", que del 57% cayó al 71%.
Sobre la distribución de los ingresos, los encuestados se dividieron en tercios: los que pretenden la igualdad, los que prefieren las diferencias "como incentivo" y los que se sitúan en el medio. Leal dijo que los grupos se podrían definir bajo los rótulos de liberales, socialdemócratas y los que se ubican en el medio. Opinó que esto implica un "modelo de sociedad en disputa sin una cosmovisión hegemónica sobre los pasos a seguir para lograr el desarrollo".
Más cerca de Irlanda que de Argentina
La principal hipótesis del Estudio Mundial de Valores es que "los cambios en los sistemas de creencias de masas tienen consecuencias sociales, políticas y económicas importantes". En función de los valores (tradicionales o racionales, materialistas o posmaterialistas), es posible ubicar a los países en un mapa de creencias. Si bien suelen agruparse de forma similar a su situación geográfica, Uruguay es una excepción. En 1996 estaba más cerca de los países católicos europeos como España o Croacia, que de los hermanos latinoamericanos. Diez años después, Uruguay se ha acercado a los países de habla inglesa, por ejemplo, Irlanda del Norte.