|
|
LIBERTADORES
Medellín | Especial
El regreso de Peñarol a la Copa Libertadores de América fue para el olvido. Cayó 4 a 0 con Independiente Medellín, dejó una muy pobre imagen física y futbolística y prácticamente entró y salió de la Copa en un abrir y cerrar de ojos.
Ya desde el arranque se vio que la diferencia entre uno y otro equipo era enorme. En la velocidad, en el despliegue físico, en la dinámica, en el manejo de pelota, en el funcionamiento.
Independiente apretó, presionó, tuvo la pelota y maniató a un Peñarol timorato en su propia cancha.
Los primeros minutos fueron todos del local, salvo un aislado tiro libre que ejecutó muy bien Richard Núñez a los 11 minutos y el arquero Aldo Bobadilla envió a corner con golpe de puños.
Antes y después, el dominio fue del dueño de casa que una y otra vez desbordó por el andarivel derecho de la defensa aurinegra.
Sin embargo, el primer gol del conjunto colombiano llegó a los 15 minutos tras un córner muy bien tirado por el paraguayo Candia. Jackson Martínez zafó de la marca de Gerardo Alcoba y conectó un cabezazo notable. La pelota dio en el caño derecho del arco aurinegro y se metió pese al vuelo de Pablo Cavallero. Ese gol fue el principio del fin. Porque de ahí en más, Peñarol perdió totalmente el rumbo y el juego de Independiente creció enormemente. Cavallero salvó el segundo y un minuto más tarde, otro tiro de esquina terminó en gol colombiano. Otra vez Jackson Martínez recepcionó una pelota (esta vez a espaldas del arco) y definió abajo contra el palo.
Si el 1 a 0 era duro de remontar, el 2 a 0 liquidó el pleito.
Independiente bajó las revoluciones, le cedió el campo a Peñarol pero los aurinegros no supieron que hacer con la pelota.
A los 34´, un tiro libre de Corredor marcó el 3 a 0 porque la pelota superó el cierre de Darío Rodríguez y la estirada de Cavallero.
Con goleada consumada, los minutos finales de la etapa inicial fueron los más tranquilos para el fondo aurinegro.
Al minuto del complemento, una nueva distracción defensiva permitió que Jackson Martínez anotara su tercer gol, el cuarto de su equipo.
Fue la frutilla de la torta para Independiente. A partir de ahí, con la clasificación prácticamente asegurada, se limitó a hacer correr la pelota, a cuidar las energías y el físico.
Peñarol no tuvo fuerzas ni argumentos futbolísticos. El regreso a la Libertadores tuvo un vuelo corto. Muy corto para la historia aurinegra.
Ovación digital
¿Encontraste algún error? | Comentar esta noticia | « volver |
El deporte es para los vivos, para los que tienen una confianza superlativa en sus condiciones o un poder mental superior a la ...
Un torneo que había sido bastante previsible, dejó todas las sorpresas juntas para las últimas rondas, tanto en la rama masculina ...
El seleccionado masculino de hockey sobre césped está entrenando de cara a la Copa América que se desarrollará en Chile del 5 al ...