Loeb continúa líder del Rally de Irlanda

El francés Sébastien Loeb (Citroën C4) continúa en cabeza del rally de Irlanda, primera prueba del Mundial WRC, tras la disputa el sábado en Sligo de la segunda jornada, en la que terminó delante de Dani Sordo (Citroën C4) y del finlandes Mikko Hirvonen (Ford Focus).

La jornada se disputó bajo una intensa lluvia, que obligó a cambiar los neumáticos de los autos.

"Hubo mucha agua, las carreteras son siempre muy estrechas, es muy delicado, pero con los neumáticos para nieve que utilizamos, no estuvo mal. Llueve tanto que eso limpia la ruta y así es menos resbaladiza que si hubiera fango, pero hay que estar atentos porque el límite (de velocidad) es imposible de encontrar", explicó el piloto francés.

Tras los 133 km cronometrados de este sábado no cambió nada en lo alto de la clasificación porque Loeb continuó coleccionando mejores tiempos, en total cinco sobre seis posibles (ES9 a ES11, y luego ES13 y ES14) y aumentando su ventaja sobre sus rivales, salvo en el ES12 en el que durante un pasaje sobre hierba perdió varios segundos.

En el mismo especial (Sloughan Glen, 27,76 km), al español Sordo se le caló el auto y tomó un buen tiempo en lograr arrancar, y así el finlandés Mikko Hirvonen logó su primer triunfo parcial del rally y así pudo olvidar sus problemas con la dirección asistida de su Ford, que le había hecho perder terreno al comienzo del día.

Al finalizar la jornada, el vicecampeón 2008 estaba a dos minutos y medio de Loeb, pero no mantenía ninguna esperanza de alcanzar a los C4. En cuanto a su compatriota Jari-Matti Latvala y el estonio Urmo Aava, que protagonizaron sendas salidas de ruta el viernes, reanudaron la competición con la sola finalidad de cosechar algunos puntos en la clasificación del campeonato.

Ganador en Irlanda en 2007, también entonces bajo mucha lluvia, Loeb continuó su paseo sobre pista húmeda. Mientras tanto, Sordo y los pilotos de los otros C4, entre ellos el joven Sébastien Ogier, ganador del último Montecarlo, que rompió su parachoques trasero, se preguntaban cómo podía rodar el francés a tal velocidad.

"En un mal frenaje (en el ES9), caímos brutalmente en un pequeño declive, pero no fue nada grave. Tuvimos que trabajar mucho para poder reanudar, inclusive, mi puerta no se cerraba y la tuve que sostener con la mano durante medio especial", explicó Ogier. (AFP)