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Es necesario un recambio generacional
RAÚL MERNIES | LO VEO ASÍ
Antes de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 casi nadie conocía la cara y, seguramente, muy pocos de los que hoy tienen sus ojos puestos en estas letras habían escuchado hablar del jamaiquino Usain Bolt.
De hecho, a nivel mundial se manejaba la hipótesis de que el equipo norteamericano de atletismo -con nombres como el de Tyson Gay y Leroy Dixon- iba a ser el gran campeón en China, ya que en Atenas 2004 Estados Unidos había ganado ocho de las nueve medallas que reparten las pruebas estrella: 100, 200 y 400 metros llanos. Pero hubo un gran recambio generacional y eso no sucedió.
A nivel sudamericano Brasil viene estableciendo una gran paternidad en las pruebas de velocidad hace más de una década. Pero lo interesante de eso es que los nombres de los campeones casi nunca se repiten y el cambio generacional vuelve a manifestarse como un aspecto positivo.
Heber Viera tiene 28 años y Andrés Silva 23. En ellos dos estuvo depositada la esperanza del atletismo uruguayo a nivel continental y olímpico durante los últimos cinco años. No hay más nombres de velocistas masculinos que se presenten como posibles promesas.
A nivel femenino la situación es diferente. Hace dos años una pequeña niña hizo un tiempo inesperado en una carrera de 400 metros corriendo por el club Empole. Hoy, esa niña -Deborah Rodríguez- ya es juvenil y ocupa el primer lugar sudamericano en su categoría.
Ayer se fue otro `Piñeyrúa` y entre hombres otra vez miramos a Viera y a Silva. ¿No es hora de un recambio generacional?
Ovación digital
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