A Cristina le quedó como a Palermo (I)

Terminada la estafa a la que el fútbol argentino fue sometido durante 15 años, viene el incierto después.

El gobierno tiene la pelota picando en el punto del penal y no hay arquero. Es empujarla y la jugada sale redonda. Pero cuidado. Como a Palermo en las instancias bravas del área, lo toman del brazo y de la camiseta. Son los defensores del "stablishment", la oposición política, la opinión pública manejada con latiguillos fáciles, así sean falsos o caprichosos. Entonces el gobierno, como le ha sucedido a Palermo, puede tirarla a las nubes. Y arruinar esa jugada que le cayó del cielo, al gobierno y a la AFA.

Uno encontró la forma de clavar banderillas en el toro bravo que es Clarín. El fútbol halló palenque para recostarse en su pelea por obtener un dinero más decente del infame negocio en el que estaba involucrado. Si el fútbol pone la mágica palabra licitación, se desprende de los agarrones maliciosos. También si reparte los bienes del fútbol entre todos los clientes, sin hijos ni entenados, incluyendo a los tenedores de los derechos anteriores. Toca la pelota hacia el arco y ya no podrá ser alcanzada si le queda claro a la opinión pública que no pondrá en el fútbol un dinero necesitado para otros asuntos del estado. (Continuará)