Púa merece el regreso a lo grande

La enorme distancia que está tomando Peñarol de los éxitos deportivos han convertido a la institución en una verdadera picadora de carne.

Por el club han ido asomando, cayendo y desapareciendo, como por una cascada de enorme altura, una cantidad enorme de nombres.

Ese paso furioso, incontenible, terminó arrastrando a muchísimos jugadores y técnicos de enorme valía, que por el simple hecho de no lograr cortar la racha del adversario de todas las horas pasaron a engrosar las filas de los comúnmente llamados perdedores.

Y el castigo en algunos casos fue lapidario. Sin lugar para el retorno. Si en Peñarol son justos, si hacen una adecuada lectura, si de verdad analizan en profundidad, se darán cuenta que en estos últimos meses estuvo un hombre que merece el regreso, y a lo grande, al primer lugar del banco de entrenador: Víctor Púa.

Para quien escribe, se trata de uno de los técnicos más capaces del fútbol uruguayo, que tiene verdaderos "ojos de halcón" a la hora de encontrar los futbolistas de mejor proyección y que supo probar su valía.