Pablo Vila, apasionado por enseñar

Un duro golpe recibió el rugby con la inesperada desaparición de Pablo Vila, impulsor directo de su desarrollo y un convocante exitoso para la práctica de este juego. Supo formar grupos y algunos de estos ya llegaron al círculo superior del rugby nacional. Enseñar a jugar este deporte es complejo y Pablo supo lograr que la idea, el espíritu y las actitudes de los chicos para el juego se mantengan en el tiempo y se incorporen en el colectivo.

Se inició en Carrasco Polo, luego en Cuervos como jugador y técnico. En 1995 cuando el Mundial Juvenil de Rumania fue ayudante técnico de la Selección. Formó Punta Carretas Rugby -Pucaru- hoy fusionado en Pucaru Stade Gouloise (PSG) y además se hizo tiempo para iniciar con éxito a los chicos que hoy compiten por el Colegio y Liceo Elbio Fernández.

Mientras luchaba por superar un ataque cardíaco, el Torneo Descalzos le rendía sin saberlo un homenaje silenciosamente. La semana próxima Lobos de Maldonado en su Torneo de Infantiles "Carlos Páez Vilaró", sentirá su ausencia y otro tanto pasará cuando se dispute el Valentín Martínez de Carrasco Polo.

El llevar el rugby a los niños y jóvenes fue su loca pasión.

Hoy el deporte seguirá su marcha y, en cada momento que se inicien nuevos chicos, estará rondando la mirada de este ejemplar rugbista apasionado.