En la mira: un penal cobrado y otro atajado

Faltaban cinco minutos, el partido estaba igualado 2-2 y en un tiro de esquina, el árbitro chileno Osses, pitó penal en el área del Deportivo Cuenca. Tomaron a Coates, lo tiraron, y el juez no lo dudó. Claro, no faltó quién dijera que de esos hay diez penales por partido en el fútbol uruguayo. Puede ser. Pero si realmente los hay, que los cobren, porque los agarrones en el área tienen que ser sancionados con la pena máxima. Los ecuatorianos casi ni protestaron. Estuvo bien sancionado. El sábado, en el Centenario, Peñarol ganaba 1-0 y Pacheco ejecutó un penal: el arquero Da Silva lo contuvo pero se adelantó dos pasos. El línea Carlos Changala levantó su banderín y Ubriaco lo hizo ejecutar otra vez. También se dijo que los goleros siempre se adelantan. Pues entonces, que repitan el penal. Las reglas existen para cumplirlas.