Autocrítica ajustada a la realidad

La palabra "amateur" proviene del francés y su raíz latina significa "amar a" o "el amador de". Refiriéndonos al deporte y al rugby en particular, un jugador amateur puede ser tan hábil como un profesional; sin embargo su motivación es el amor o la pasión por una cierta actividad y no tiene el fin de ganar dinero por realizarla, según lo especifica el diccionario.

Ubicamos nuestro rugby dentro del deporte amateur y como tal tiene que administrarse.

Resulta negativo pretender reglamentaciones ambivalentes, sin las correspondientes contrapartidas.

Los Teros que participaron en dos instancia mundialistas tenían la "motivación" compartida, de llegar a su máximo nivel y lo lograron.

Apostar al crecimiento internacional sin dar respuesta efectiva a la difusión local es la asignatura pendiente que viene sumándose en los últimos tiempos.

Es muy aparente estar en un Mundial pero lograrlo, a un costo millonario en dólares, no es real, sólo muestra una falta de autocrítica imprescindible para concretar el crecimiento generoso que todos reclamamos.