A. LALUZ
Un ciclo, La voz iberoamericana, en el Centro Cultural de España. La voz de la mezzo uruguaya Raquel Pierotti. Y un pianista, Eduardo Alfonso. La alineación artística que esta noche revisitará un repertorio que pinta a España en su diversidad.
Los paisajes, los imaginarios, la lírica, la poesía, anudados en esa fecunda dialéctica entre lo local y lo universal: una tensión que subyace en todo proyecto identitario, y que Pierotti junto a Eduardo Alfonso pondrán en escena, hoy a las 19.30 (con entrada libre y gratuita), a través de esta selección de canciones cámara españolas, de Toldrá, García Abril, Guridi, Nin, Esplá y Mompou, entre otros.
Ambos artistas, sabido es, conocen de primera mano estos complejos simbólicos, y la potencia que tienen sus representaciones (o, más claro aún: en sus re-presentaciones) musicales. El marco, se diría, calza con la talla de la propuesta: un ciclo, La voz iberoamericana, que llega hoy a su segunda fecha, y que tiene como eje articulador la producción vocal camerística del vasto mapa artístico que conecta a España con América Latina.
Por su propio peso. Se ha dicho (y escrito) innumerables veces: los relatorios de méritos que suelen acompañar las giras o presentaciones de un artista no siempre hacen justicia con su reales virtudes (tanto hacia el lado más positivo como al negativo). Lo de Pierotti no es excepción, al igual que el caso de Alfonso.
La mezzo uruguaya, radicada en España desde hace muchos años, ostenta en su currículum el haber actuado (y con regularidad) en teatros como la Scala de Milán, el Teatro Real de Madrid, el Liceu de Barcelona, la Ópera de Washington y el Colón de Buenos Aires; puestas compartidas con Plácido Domingo, Montserrat Caballé o Katia Ricciarelli; haber sido dirigida por Abbado, Riccardo Muti, John Elliot Gardiner; tener una vastísima producción discográfica. Pero hay que escucharla, así, en vivo, para comprender cabalmente su virtuosismo vocal, su composición de personajes, su versatilidad para abordar a un Monteverdi, a un de Falla, a un Verdi, o el repertorio españolísimo que hará esta noche en el CCE. Así, ese prestigio que ha conquistado en los principales circuitos líricos, descubre su real significado.
Con Alfonso, se dijo, no es diferente. Un pianista también versátil, que ha cultivado su técnica tanto en el campo concertante como camerístico. Su asociación con Pierotti en este programa, será, sin duda, un elogio a ese difícil arte de ensamblar las sutilezas de las texturas líricas en un mapa musical de las múltiples Españas.