Los moscovitas amanecieron hoy en medio de una densa capa de humo acre y nocivo y una visibilidad reducida de menos de 100 metros a causa de los incendios que amenazan ya a vastas zonas del país.
Sin embargo, los aeropuertos de Sheremietevo y Domodiedovo funcionaban hoy y sólo el de Vnukovo registraba retrasos.
Según el servicio meteorológico, las temperaturas deberían alcanzar hoy entre 37 y 39 grados en la capital y entre 35 y 40 en la región devastada desde fines de julio, como gran parte de la Rusia europea, por incendios forestales.
Más de 150.000 personas de la defensa civil intentaban infructuosamente apagar las llamas, que incluso amenazan a plantas nucleares.
Las autoridades sanitarias exhortaron una vez más a la población a que permanezcan en sus casas y sólo salgan, en caso de ser necesario, con mascarillas.
También pidieron tomar duchas frecuentes y no fumar.
La concentración de monóxido de carbono supera entre 4 a 5 veces el umbral de seguridad y su cóctel con el esmog y el humo es peligroso para la salud, causando dolores de cabeza, irritación de garganta y ojos y náusea. (ANSA).