El mayor desafío: la Pekín-París

MI OPINIÓN POR NANDO PARRADO

Es probablemente el desafío de endurance automovilístico más duro que un conductor pueda encontrar.

Así que imagínese realizándolo en un vehículo "vintage". Los 90 autos ya inscriptos para la edición 2013 de la Pekín-París, son verdaderamente variados.

El más antiguo es un La France de 1917, con una cilindrada de 15 litros y motor de avión y el más pequeño es un MG TC de 1250 cc.

Para sobrevivir dos continentes y el pasaje por Mongolia, Rusia Ucrania, Slovakia , Austria y Francia, se debe tener confiabilidad extrema. Los participantes saben que deben proteger a sus autos del calor, polvo y agua, entre otros varios factores hostiles.

El peso, es uno de los peores enemigos, tal como el Príncipe Borghese lo descubrió en la primera edición de 1907. "Si lo hiciera de nuevo, me llevaría un confiable Itala, ruedas más grandes, resortes de suspensión más fuertes y viajaría con mucho menos peso", dijo al llegar a París hace 106 años.

Estoy seguro que realmente será una aventura inolvidable para los participantes.