Mosqueteras: siete años de "no" consentir

MARIEL VARELA | FOTOS: DARWIN BORRELLI

Circula una energía especial, hay miradas y sonrisas cómplices. Se disparan chistes internos y reflotan viejas anécdotas. Se conocieron trabajando. Las horas al aire las unieron inevitablemente pero algo las acercó y facilitó que la relación trascendiera lo laboral. No saben en qué momento se dio el clic pero a siete años del primer encuentro se tienen de memoria, se han contagiado los gustos, han aprendido una de la otra y las vincula mucho más que compartir un estudio de radio o de TV, son amigas.

La comezón del séptimo año no aplica a Emilia Díaz, Carolina García y María Gomensoro. Las tres Consentidas estrenaron su séptima temporada al aire y aseguran no estar en crisis. "Nos encuentra más unidas, nosotras como cabeza visible pero también todo el equipo atrás", comenta María. "Fue algo que estuvo sobre la mesa en nuestras mandadas de mails eso de la celebración de los siete años", dice Carola. Se ríen desde que arrancan a grabar hasta que se van del estudio. Emilia vive cada día en el piso con la misma alegría e intensidad que la primera vez: "Nunca creí que un proyecto de tanto tiempo me siguiera generando las mismas cosas, el nervio necesario y suficiente como para salir a escena, pero además nunca había sentido que fuera tan lindo estar entre amigas desafiadas por una tarea".

Las Consentidas pasaron por varias etapas. Primero fue el proyecto de radio, luego ingresaron a la pantalla chica e incluso condujeron el magazine Buenas y Santas. Una cuestión de horarios hizo que desaparecieran del dial y las tres coinciden en que extrañan ese espacio, les gustaría retomar la radio pero tendrían que acomodar horarios, prioridades y es complejo. Es más, Emilia y María están tratando de convencer a Carola para coronar los diez años con un espectáculo de humor pero no lo han logrado aún, cuentan entre risas. A pesar de los cambios, la identidad continúa intacta desde el comienzo y es una de las claves de haber perdurado. La esencia es "desestructurar, desestigmatizar, desprejuiciar para todos los lados" y desnudar al invitado para mostrar esa faceta escondida con preguntas que los más intelectuales pudieron tildar de llanas en algún momento, aunque ellas hoy ven esa fórmula y ese método de cuestionamiento reflejado en otras producciones.

En 2011 hubo un quiebre y resultó difícil: se pasó de una hora a dos pero con el formato de invitado individual. El 2012 fue crucial. El modelo se había agotado "porque ya no teníamos a quien entrevistar". Canal 10 apostó a darles más horario pero el cambio era inevitable: debieron sacrificar la entrevista mano a mano para dar más lugar al entretenimiento y así incluir tres invitados, la presencia de Diego Delgrossi metiendo cuchara y los juegos. "Diego es un plus súper lindo. La dinámica con un hombre, la competencia de género, él mirando el trío de afuera, se mete, sale, juega con que es amigo, que no es, ese juego se ha vuelto interesante", subraya Carola. La parte lúdica divierte a María: "Algunos vienen, `no, a mí no me importa` pero termina el primer juego y están rabiosos arañando la mesa porque no se quieren perder el carro".

Sinergia. María se sumó cuando el proyecto ya marchaba sobre ruedas. Un año y medio antes Mabel Altieri completaba el cuadro y pudieron haber sido las Damas Gratis, pero Carola mencionó una novela que pasaban en Canal 4 (La negra consentida) en una reunión de producción y como gustó el nombre quedó Consentidas.

Mabel se bajó y entró María, que sería la D`Artagnan de este equipo. Nunca había hecho radio y llegó con un espíritu renovador. Carola tenía el perfil más periodístico y era la más protectora, según Emilia, que reconoce en el arribo de María esa actitud "re de equipo, re team. Con Carola tenía una relación laboral, sabía algunas cosas personales, éramos buenas compañeras, pero amigas fue a partir de María que entró con una cabeza de `vamos juntas, vamos las tres, vamos a hablar más de otras cosas`". Es que María suele desdramatizar y se aburre cuando las otras dos van por el lado más serio y analítico. "La palabra proyección la aprendí en Radio Carve con las chicas: `No proyectes` ¿De qué están hablando?" "Emilia y yo venimos más terapiadas", se ríe Carola.

Esa variedad de perfiles dio frutos en la dinámica diaria del dial y en la cantidad de entrevistas que encararon a lo largo de estos siete años. Emilia y Carola se colgaban con la cabeza del entrevistado, "nos metíamos en el rosque, entrábamos en el recoveco de sus pensamientos y cuánto más complejo, más interesante", cuenta Carola. "Y María decía, `no empiecen con la vuelta, chiquilinas, no hay vuelta acá, la vida está en otro lugar`". A ambas le servía ese ser pragmático y práctico que reconocen en María y así el trío se retroalimentó inconscientemente de las características individuales. "Yo veo cositas de ellas en mí: pido recetas, escucho Tribalistas, prendo inciensos...", apunta María. "A mí me empezó a salir más esa cosa que de repente escondía que tenía más que ver con el humor negro, el venenito, la picardía, que la tengo más en la vida personal", comenta quien traía a cuestas una década y pico de periodismo puro y duro. Es que según Emilia, "Caro es la más rock and roll de las tres" pero hace falta conocerla para darse cuenta.

En siete años pasó agua bajo el puente. Emilia conoció a su pareja en la sección Sin togas ni birretes que hacían en la radio a fines de 2006. Se casó, tuvo un hijo y eso la ausentó algunos meses. María también estuvo alejada un tiempito porque tuvo familia dos veces. Quienes las suplieron eran amigas de la casa pero la sinergia óptima que tiene el trío no se consigue así nomás y es gran responsable del éxito. "Creo que si alguna de nosotras le baja un dedo al proyecto, se va a notar al aire y no sólo va a repercutir en el rating sino en la alegría del producto", comenta Emilia. Es que han llegado a convivir doce horas juntas. "Sonaba el teléfono, era uno de nuestros maridos y atendía la otra. Ya sabés lo que le tenés que reclamar", agrega.

Gozan de una herramienta privilegiada que Emilia define como "capacidad camaleónica" y nació en la radio. Siempre había una que aflojaba y se tiraba en la silla porque no tenía tantas ganas, pero de repente surgía un tema que le interesaba y se despertaba, se recomponía y arrancaba. "Mientras una descansaba, había otra que cumplía el rol de la que no estaba. Por ejemplo, cuando Carola se descansaba, María o yo asumíamos la periodista porque tenía que estar".

Desnudar preguntando. Las tres coinciden en que hicieron una carrera de comunicación durante los cinco años de radio. Carola da la clase porque es la única periodista, pero ella también aprendió sobre la marcha a sacarse "el molde" y se animó "a mostrar un poco más. Fue un proyecto personal de mucha madurez". Carola llegaba a las primeras reuniones de producción con un "plan de vuelo que la productora le aterrizaba porque el proyecto de radio era mucho menos desestructurado de lo que ella soñaba como periodista. Ella tuvo que sacarse un ropaje y nosotras ponernos otro. Terminó siendo un plan de vuelo a mitad de camino, no era tan desestructurado porque somos mujeres que pensamos, tenemos inquietudes, armábamos informes salados que te destapaban la cabeza pero también podíamos hablar tres horas sobre la nueva pollera de Britney Spears", relata Emilia.

Aparecieron con un formato innovador y se sintieron cuestionadas. Hubo quienes las tildaron de hacer entrevistas llanas por encarar preguntas livianas pero el objetivo era descubrir la forma de ser del entrevistado. "No funcionaba si venía un político que le preguntáramos qué iba a hacer con el impuesto tal", asegura Carola, a quien le costó preguntar desde ese ángulo más íntimo. "Se lo podemos hacer, pero también le vamos a preguntar si duerme con medias o no", acota María. Y agrega que el mejor entrevistado es el que viene dispuesto a jugar el juego que plantean las Consentidas, el que quiere divertirse, pierde el miedo al ridículo y evita intelectualizar todo. Ellas no consienten a los invitados. Y están seguras de que han entrenado al televidente como para que sea capaz de descubrir ese ser ideológico que hay detrás de las pequeñas actitudes que se traslucen en el programa.

"La gente nos asocia por recorrer y desvestir lugares no conocidos de ciertas personalidades", dice Emilia y por eso han coleccionado varios `no voy, no voy` en este tiempo. "No quiero exponerme, qué me van a preguntar, mandame el cuestionario, no me preguntes tal cosa, les dicen. Depende del momento y la tensión que tengamos si claudicamos, si negociamos o no, pero por lo general lo hacemos porque sostener un programa con tantos invitados en Uruguay es difícil". El chiste de las chicas era, `la mesa de (Nicolás) Repetto tiene el año de Consentidas` porque llevaba por noche seis invitados grosos. "Ahí está una de las habilidades que encontramos con la producción: celebramos un formato donde se pueden repetir las figuras porque sabemos que si lo ponemos al lado de otra persona va a darnos otra cosa", dice María.

Este nuevo formato que incluye los juegos ha permitido descubrir otras aristas del entrevistado por medio de la pasión con la que agarran el carro de TA TA y lo que ponen adentro, por ejemplo. No se olvidan del carro de Gaspar Valverde repleto de juguetes ni del de Yisela Moreira lleno de cremas: "Concentró las fuerzas en una góndola e hizo destrozos", se ríe María. Y Nacho Cardozo que inauguró la sección, no conocía la dinámica y metió pollo, frutas, tomates. "Quedó enojado cuando vio los otros que ganaron después", dice Emilia. Y Carola comenta que podría volver por la revancha.

Muletilla. A lo largo de estos años han desarrollado códigos internos. Uno de ellos salta durante la charla más de una vez. El famoso `¿qué te trae por aquí?` es una frase de cabecera para las chicas y la usan "cuando te cae un invitado que producción no te dijo quién era, no preparaste la nota, entonces decís, quién es esta persona, qué te trae por aquí, pero tenés que tratarlo como si fuera re importante", cuenta Emilia. Vivió esa experiencia con el presidente del Banco Hipotecario de aquel momento, Jorge Polgar. Estaba sola en el estudio de radio, preparó la entrevista y entendió quién era en apenas siete minutos. Él no se dio cuenta "al punto de que estuvo interesante y todo la nota". Ese tipo de desafíos le hicieron perder miedos y ganar confianza.

María tampoco zafó del famoso dicho. Más bien, solía pasarle cada febrero con figuras del Carnaval. "Caía gente a la radio y yo no sabía de dónde venían ni por qué. Entonces aprendí mucho de Carnaval y de ese mundo, me conecté con un ser uruguayo, montevideano, del interior. Me descubrí en ese lugar".

Varieté. Es el tercer año que el guión está en manos de Fernando Schmidt. "Antes era una cooperativa de dramaturgos, lo hacíamos nosotras, los productores pero Fernando entró en el momento justo para darnos cabeza y renovarnos. Él guiona con el espíritu de Consentidas y nosotras sobre la marcha elegimos qué espacio va a ocupar cada una dentro del guión", explica Emilia. Se reparten la torta en las reuniones de producción dependiendo qué prefieren manejar, respetando gustos y perfiles de cada una.

No hace falta indagar sobre las peripecias con los entrevistados porque las tres solitas empiezan a recordar y a comentar...

-(E.D) No me olvido más de Alcides ¿Sabés lo que es pasar dos horas con él?

-(M.G) Nosotras pasamos cuatro horas por las horas de grabación.

-(E.D) Terminás conociendo sus vicios después de convivir cuatro horas con una persona, entran a pedir cafecito, grapamiel...

-(M.G) Valeria Lynch es amiga de Consentidas,

Dady Brieva y Fabián Gianola también. Nos siguen por Twitter, nos dan una nota aunque no les sirva.

-(E.D) Valeria Lynch me parece una mujer muy poderosa y coherente. Fernando Morena es un caballero, un lord, siempre fue transparente y honesto. Le han pasado cosas duras y no perdió la elegancia y la nobleza.

-(C.G) Pachano fue un tipo muy generoso, vino dos veces, una de ellas con la hija. Carmen Barbieri también. Jorge Rial fue muy amoroso.

-(M.G) Rial no podía creer el programa que hacíamos, estaba fascinado con el nombre, con nosotras. Y el recordado Luppi...

-(C.G) Luppi fue difícil porque fue cuando habló muy mal de Susana Giménez y Mirtha Legrand que generó repercusión en Buenos Aires.

Uno de los que se negó y no cedió en ninguna de las temporadas fue Danilo Astori. Han insistido pero no dio el brazo a torcer. En este formato de tres entrevistados no cabe la presencia del vice presidente pero Carola confía en que puedan hacerle una delivery.

-(M.G) Jaime Roos tampoco ha venido.

-(E.D) Yo le quiero entrevistar a China Zorrilla.

-(C.G) Astori fue el único presidenciable que no vino, hasta hicimos una tanda de los candidatos con sus parejas pero con Astori no pudimos todavía.

-(M.G) Le hicimos dar un pico a Luis Alberto Lacalle y Julita Pou. Fueron los más divertidos.