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DE CONTRAGOLPE por Jorge Savia
Como entrada o de postre, el mismo plato
De cara al clásico, los intereses colectivos de Peñarol y Nacional están entremezclados con los individuales de sus técnicos, por lo cual, tanto en Los Aromos como en Los Céspedes, la táctica y la estrategia bien podrían "afinarse" recién después de visto el resultado de Danubio hoy de tarde.
Es que si Danubio gana, Saralegui tendrá -virtualmente- la certeza de que, ni aún venciendo a Nacional, su cuadro podrá salir campeón, de manera que para su "guión" puede "manejar" la variante personal de que si no pierde el clásico, al menos prolongará una supremacía "de su cosecha" en ese tipo de enfrentamientos por el Uruguayo que le serviría de apoyo si a alguien se le ocurre dudar de la conveniencia de que siga en su cargo; en cambio, si Danubio pierde o empata, Peñarol puede jugarse toda la ropa a un triunfo, porque en la última fecha se cruza con los de la franja, y Nacional debe medirse con River y Central, que ante los aurinegros ya demostraron que no son ninguna "papa".
Por otro lado, si Danubio pierde o empata, Nacional debe "programarse" para ganar y quedarse con, quizá, un 30% -lo que no es poco- del título del Apertura en la mano; en cambio, si los de la franja triunfan, Pelusso -ya con la posibilidad de que Nacional logre ese lauro algo más lejana- podría reparar en que para su situación particular lo más aconsejable sería, al menos, no perder un tercer clásico por el Uruguayo.
De modo que hoy, como entrada o postre, en la cena de Los Aromos y Los Céspedes pueden servir un mismo plato: táctica y estrategia para el clásico.
Ovación digital
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