Oro Black, ganó dejando gran impresión

Roberto Villagrán

La programación de Maroñas distaba de ser atrayente ayer sábado. Siete competencias comunes la mayoría exentas de atractivo conformaban dicha reunión.

Merecía especial atención el Premio Saqueo, ubicado en segundo término, donde seis dosañeros cotejaban fuerzas en busca de su primer impacto.

Tres de ellos debutaban en estra oportunidad y los restantes ya habían tenido su bautismo de pistas.

El trámite mostró a Oro Black enseñando el camino poniendo de manifiesto portentosas velocidades. Infructuosos eran los esfuerzos de sus inmediatos perseguidores, Boy Darling y Metal Dust en pos de acortar distancias. A esa altura el motor del caballo de Peralta parecía tener un cambio más. Virando el codo, se pudo apreciar a Nuber Mieres quietito en sus cruces esperando tierra derecha para despegar definitivamente con su avioncito. A la altura de los cuatrocientos, amplía ventajas poniéndose a cubierto de algún embate sorpresivo. En el palo demarcatorio de los 200 finales aparece en escena Snow Candy potenciado a full en su spurt por Waldemar Maciel, descuenta hasta el mismo disco pero debe conformarse con un segundo puesto que se debe valorar en su justa medida. Hay que tener en cuenta que el registro cronográfico empleado fué muy bueno 59" 06/100. Por tanto, la muestra de ambos potrillos puede catalogarse de excelente. Ovación dialogó con Núber Mieres, apenas corrida la carrera. El eficaz piloto dijo: "El potrillo es una máquina de correr. En ningún momento lo incentivé. Me limité a dejarlo correr a voluntad y ganó fácil. Si me lo proponía, ganaba mejor".

La muestra de ayer, deja a Oro Black encaramado bien arriba entre sus coetáneos.