Hora de irse y también para llegar

Dos hechos que corren en sentido contrario pueden tener significados similares; por caso, una partida y una llegada.

Es lo que puede pasar con dos de los "Diegos" de "la Celeste": Forlán y Lugano, porque lo del capitán es algo concreto y lo del mejor jugador del Mundial de Sudáfrica parece en vías de concretarse.

El zaguero partió el fin de semana pasado hacia Europa y, si bien el futuro del futbolista no es claro, pues no lo es -por las denuncias de corrupción en el fútbol turco- el de su club, el Fenerbahce, le hará bien reintegrarse a un adiestramiento colectivo de carácter cotidiano; en nuestro país permaneció impulsando actividades de contenido social, y por tanto muy loables, pero a menos de 60 días para el debut de Uruguay ante Bolivia por las Eliminatorias esa laxitud física y mental podía perjudicarlo.

El atacante, por su parte, puede llegar al fútbol italiano, que es más agresivo y -sobre todo- cerrado que el español; y a esta altura de su rica trayectoria que le suban un poco el listón para el salto alto, lo puede remotivar y también repotenciarlo.

¿Y vos qué decís?

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