"Relento se merece que lo traten como un ídolo"

José María Silva

De los diez clásicos que ganó Relento en forma consecutiva, el destacado y joven piloto sanducero estuvo presente en seis de ellos. A unas cuantas horas de la nueva conquista, Silva dialogó con Ovación y reclamó más respeto para el caballo que lo prestigió como jockey.

PABLO NÚÑEZ

- ¿Qué tiene de especial este caballo?

- Creo que su corazón y sus pulmones son los que hacen la diferencia, porque parece que fuera incansable. Su físico no llama la atención, ya que es un caballo más bien fino y en carrera ni siquiera es demostrativo. Estoy seguro que si uno lo pone en una manada de 20 caballos, no sería uno de los que sobresalen. Pero después en la pista es imposible seguirlo.

- ¿Relento le cambió la vida?

- Se podría decir que sí. Económicamente todavía no, pero sí me hizo ganar carreras muy importantes y me prestigió mucho como jockey.

-¿Tuvo miedo de perder su monta cuando estuvo unos meses inactivo por una lesión?

- No. Lo que sí estaba ansioso por volver a montarlo. Pero estaba tranquilo porque Navarro, el capataz del haras en el que se crió el caballo, me había dicho que los propietarios no pensaban cambiar de jockey.

- Fue emocionante la ovación que les brindó el público al llegar al pesaje.

- La verdad es que me puso muy contento, sobre todo por el caballo. No sé a que se debe, tal vez por la manera de ser que tenemos los uruguayos, pero a él siempre le buscan contras. Si estuviera corriendo en la Argentina, ya tendría una estatua. Sé que a veces los trabajos de otros caballos impresionan, pero las carreras se corren de tarde. Si fuera por lo que hace de mañana, Relento no saldría de perdedor. Ojalá que con este nuevo triunfo la gente se haya dado cuenta que tienen un gran campéon. Creo que él se merece que lo traten como un ídolo.

- ¿En qué cambió Relento de un año a esta parte?

- Sin dudas maduró mucho. Antes cuando uno le pedía que rematara la carrera se tiraba para un lado y para el otro, siempre mañereaba. En cambio ahora se hizo un caballo serio y sabe que cuando uno lo paletea y le junta las riendas, tiene que ponerse a correr en serio.

- Si fuera suyo, ¿qué haría con Relento?

- Primero que nada, por todas las satisfacciones que me dio, creo que no lo vendería. Además, la plata va y viene y volver a tener la chance de correr un caballo como él seguramente va a ser imposible. Yo lo dejaría corriendo en Maroñas, para que la gente lo siga disfrutando.

- Se ha hablado de llevarlo a correr el Pellegrini.

- Sí, por lo que me comentó el Dr. Carbo, uno de sus dueños, los planes son correr unos clásicos más acá y después llevarlo con tiempo a la Argentina para competir en el Pellegrini. Creo que el caballo se merece estar presente en una carrera como esa. Sería fantástico poder ganarla.

- A usted quisieron contratarlo desde la Argentina, ¿por qué rechazó la propuesta?

- Hubo un ofrecimiento del haras La Esperanza a través de Nicolás Storace, pero creo que todavía no estoy lo suficientemente preparado como para correr allá. Yo no quiero ir a pasar vergüenza y me parece que otro año acá me ayudará a seguir madurando.