"La Caída de los dioses" en Londres

El título de la columna de hoy no tiene relación con la notable película homónima del maestro italiano Luchino Visconti, sino con la situación actual por la que atraviesan los 2 mejores jugadores de tenis del planeta.

Tan grandes son Roger Federer y "Rafa" Nadal, que escribí estas líneas el sábado, sin esperar la definición del ATP World Tour Finals del domingo, ya que una final sin ellos, sinceramente, pierde casi todo el significado, pareciéndose más a un torneo menor.

Sin dudas, es diferente la crisis que aqueja al español, que la que sufre el de Basilea. El nacido en Manacor desde mayo que no gana un torneo, perdió lo que le costó 4 años alcanzar, el escalón más alto de la clasificación, y su nivel de juego es el peor que yo recuerde desde que "Rafa" apareció en la elite del tenis, allá por mayo del 2005.

Por su parte, el helvético dejó atrás un invicto de 12 partidos ante Davydenko, contra quien antes le bastaba con entrar a la cancha, le ganaba por portación de apellido, y más allá de la notable actuación del ruso, creo que su victoria, en un juego tan mental como el tenis, pasa por perderle el respeto, como se lo han perdido otros, al actual "1" del ranking.

La pregunta del millón es: ¿Volverán ambos a ser inalcanzables para el resto? La respuesta creo que es negativa; en el caso de Rafa, porque su físico desgastado no se lo permitirá, y en el caso de Roger, el paso de los años y la falta de objetivos a cumplir se lo harán cada vez más difícil, a lo que se le suma el ascenso de los Djokovic, Murray y Del Potro, hambrientos de gloria.