"Se igual", como decía "Minguito"

Con la tarjeta de embarque en la mano para emprender el viaje a Sudáfrica, hay tiempo -es ahora o nunca- una reflexión retrospectiva sobre la realidad celeste, todavía "de entrecasa".

Resulta opinable si es de buen o mal gusto hacer especulaciones -y "esas especies de pencas o encuestas", como dijo Tabárez- acerca de los jugadores que iban a integrar la lista que va al Mundial y los que, por el contrario, el técnico -como ser humano- hubiera querido llevar, pero -como entrenador- tuvo que dejar de lado.

Aparte de eso, en una apreciación personal, y no como periodista, porque cada colega sabe lo que hace, en el caso de Uruguay uno cree que el tema de la lista, de los que van y los que no viajan, no da para demasiado.

No es como hace 44 años, cuando antes del Mundial de Inglaterra, Ondino Viera dejó afuera de la lista a Carlos Martínez, el padre del "Manteca"; a Mujica, que todavía jugaba en Rampla; al "Vlayo" Douksas; y, fundamentalmente, al "Pardo" Abbadie, cuyas carreras y centros habían llevado a Peñarol a ser campeón de América apenas un mes antes.

Tampoco es como hoy pasa con Brasil, donde Dunga dejó afuera a Ronaldinho, o como ocurre con Argentina, donde Maradona no llevó a Zanetti y Cambiasso.

Ya antes que el maestro optara, y con todo respeto por los muchachos que "estaban en la vuelta" de que podían ir o quedarse, cualquiera fuera la decisión, no cambiaba demasiado. Se podía hacer especulaciones, aunque no fuera del gusto de Tabárez, pero la posibilidad de que las mismas dieran lugar a polémica, parece algo artificial, exagerado.