Fue un discurso más corto de lo previsto, sin anuncios y sin referencias a temas cardinales de la izquierda, como los derechos humanos. José Mujica no hizo en la Plaza Independencia un discurso como el de Tabaré Vázquez del 1° de marzo de 2005.
Por fuera del emblema de sentar a un cañero y fundador de los tupamaros en el estrado (ver nota en A 4 ) y de volver a reiterar su compromiso de lucha contra la pobreza y la indigencia, el ya presidente -firmada el acta notarial y con la banda sobre su pecho- hizo alusión a su avanzada edad retomando metáforas "mecánicas" ya empleadas en el discurso ante la Asamblea General. "Es bueno tener la caja de repuestos aceitada y pronta", dijo en alusión al vicepresidente Danilo Astori. "Por esa razón este es un gobierno de equipo que no delega responsabilidad. Sabe que tiene que desconfiar de la biología a parte de que debe sospechar de la soledad de nuestra cabeza", señaló.
También dijo que "es bueno en la vida recordar que nadie es más que nadie y saber que gobernar es construir en equipo".
Mujica se salió del protocolo e invitó a Astori a hablar al publico. El vicepresidente envió un nuevo mensaje a la oposición en un breve discurso con más tono de campaña que de acto oficial: "El nuevo gobierno del Frente Amplio abre sus puertas a todos los partidos políticos del Uruguay para trabajar juntos para un país mejor, definiendo cuestiones fundamentales que podríamos acordar y convertirlas en cuestiones de Estado", dijo.
El pasado Como si no quisiera teñir el presente - "hoy casi tocamos el cielo con la mano", dijo- con el pasado, Mujica no aludió a nuevas investigaciones sobre los desaparecidos durante la dictadura militar, ni a la eventualidad de una prisión domiciliaria para los militares añosos en prisión, ni a nuevos gestos de reconciliación con las Fuerzas Armadas. Incluso, cuando recibió los honores militares y presenció el desfile militar, mantuvo un gesto adusto y enigmático que, según viejos compañeros tupamaros era de emoción contenida. "Esto es como una profecía indígena que dice que tarde o temprano, la tortilla se da vuelta y eso es un poco lo que siente Pepe. No odio, sino que todo se ha dado vuelta", comentó a El País un integrante del MLN que prefirió no hacer público su nombre.
El tema de los derechos humanos no faltó a la cita, como en ninguna de las manifestaciones públicas del Frente Amplio o del gobierno. Las tradicionales fotos en blanco y negro de los ciudadanos de los que aún nada se sabe estaban a la vera de la recorrida triunfal de Mujica entre el Parlamento y la plaza.
En el cruce con Guatemala, dos decenas de militantes de organizaciones de detenidos desaparecidos mostraron sus carteles con la imagen de sus seres queridos y la fecha en que fueron vistos por última vez. Entre ellos estaba Luisa Cuesta, integrante de la organización Madres y Familiares de Desaparecidos. El "Pepemóvil" no se detuvo frente a ellos, en lo que constituyó otra diferencia con la recorrida que hizo Vázquez en cinco años atrás. La propia Cuesta algo intuyó cuando declaró que tiene "pocas esperanzas" de lograr un avance en las investigaciones a partir de la política oficial.
Cuesta contó que los familiares de desaparecidos entregaron una carta a Mujica pidiendo que continuaran las investigaciones.
Los de abajo. En la plaza Mujica improvisó sobre temas que ya han estado en sus últimos discursos. "Debo recordar el compromiso con los que están abajo. Sé que debo pelear hoy por la integración de este país, por todos y con todos".
Dijo que la gente le reclama igualar de abajo para arriba y no hacia abajo. Agregó que, por sobre todas las cosas, "hay que acordarse de los que quedaron al costado del camino, por solidaridad y conveniencia nacional".
Su prioridad será "bajar la pobreza y la indigencia un 50%, masificar la cultura, llevando el conocimiento al interior lejano, olvidado y segregado".
Para lograr estos cometidos, sostuvo, se deberá contar con el respaldo de todos los sectores de la sociedad. "Necesitamos a gente que invierta, debemos dar las garantías. Necesitamos todas las iniciativas", agregó. (Producción: E. Barreneche, D. Isgleas y L. Nicrosi)
Pincelada
Insultos a periodistas de simpatizantes del FA durante el acto en la plaza
"Miren que el pueblo está primero ahora, no se olviden, maricas. Los periodistas alcahuetes que se vayan ahora". Con esa frase, y otros calificativos más soeces, fueron hostigados los trabajadores de los medios de comunicación que cubrían ayer el acto en la Plaza Independencia, mientras el presidente José Mujica brindaba su mensaje a la ciudadanía.
El hecho de que fotógrafos y camarógrafos especialmente prefirieran tomar las imágenes del acto desde el pasto de la plaza, en lugar de hacerlo desde una de las dos tribunas apostadas a ambos costados del espació público, despertó la ira de decenas de asistentes que se quejaban en forma permanente por no poder ver al mandatario.
"Que se vayan, que se vayan", corearon grupos de simpatizantes apostados en las inmediaciones del hotel Radisson Victoria Plaza. Los gritos contra los comunicadores se sucedieron hasta que finalizó el acto y Mujica abandonó la plaza.
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