"Terroristas" pidieron 50 pizzas y secuestraron material de prensa

RAÚL MERNIES

Un Boeing 737 de Pluna que volaba de Rosario a Montevideo con 27 pasajeros fue secuestrado ayer poco antes de que tocara tierra en Carrasco. Tras cuatro horas de negociaciones y un asalto a la nave, el simulacro se completó exitosamente.

Sí, todo fue un gran simulacro planificado a lo largo de un año por la Fuerza Aérea, pero la realidad es que los 27 pasajeros eran usuarios habituales de Pluna invitados a la escena, que pasaron más de cuatro horas encerrados con cinco "secuestradores" armados que, para sorpresa de los propios organizadores, se tomaron la cosa demasiado en serio y no dejaron salir a los camarógrafos que trabajaban adentro del avión.

Estaba previsto que a las cuatro de la tarde el camarógrafo y el fotógrafo de la organización salieran para poder editar el material que a las 17.30, en pleno simulacro, sería entregado a la prensa. Pero sorpresivamente el equipo de secuestro se tomó las cosas en serio y respondió que "La nave está secuestrada, de acá no sale nada ni nadie".

En conferencia de prensa, el subsecretario de Defensa, Jorge Menéndez y el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, general del aire Washington Martínez, explicaron que "el denominado Ejercicio de Crisis Completo, fue patrocinado por el Comité Interamericano Contra el Terrorismo (CICTE) de la Organización de Estados Americanos (OEA) y contó con la colaboración de la Secretaría de Estado del Ministerio del Interior Español y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea del Ministerio de Fomento de ese país.

El equipo de secuestradores tuvo un libreto y unos parámetros que sólo ellos conocían, al igual que el equipo de seis negociadores y las fuerzas de choque del Ejército (Batallón 14 y Grupo Especial de Operaciones de la FAU), que fueron convocadas en cuanto se conoció la noticia del secuestro.

Los secuestradores comenzaron reclamando la liberación de cuatro presos comunes. Las negociaciones avanzaron, el gobierno nacional se negó a liberar a los convictos, los secuestradores pidieron 50 pizzas porque tenían hambre, liberaron a algunos rehenes heridos y dijeron que, entonces, querían 3 millones de dólares.

Observadores, expertos asesores españoles y representantes de la OEA evaluaron y valoraron el grado de entrenamiento de las fuerzas de emergencia uruguayas, las acciones y decisiones tomadas por cada equipo, y finalmente darán un diagnóstico de la capacidad de respuesta y las condiciones para la gestión de crisis en las que de encuentran las fuerzas de seguridad uruguayas que actuaron en el simulacro.

El subsecretario de Defensa agregó que también con este ejercicio, que se realiza por primera vez en Uruguay, se busca "generar adiestramiento para los hombres y las organizaciones". Resaltó también la importancia de que todas las operaciones se realizaron "en tiempo real y en conjunto" con el Ejército, compañías especiales del la Fuerza Aérea, el Sistema Nacional de Emergencias, Ministerio de Salud Pública, Ministerio del Interior y Coordinación de Inteligencia de Presidencia.

"Hacer que todo eso trabaje en conjunto y bien no es tarea fácil, por eso estamos tratando de ponernos a punto con una serie de requerimientos de orden internacional que hacen que las gestiones de nuestros aeropuertos en momentos de crisis sean lo más efectivas posible", explicó Menéndez.

"La idea es poder estar preparados para atender una situación real que, esperemos, nunca se produzca", concluyó el subsecretario, que presenció in situ las operaciones.