Historia de un chico y dos grandes

JOSÉ MASTANDREA

El Apertura entró en la recta final. Y lo hizo con todo. Danubio ganó un partido "chivo" en el Parque Nasazzi ante Bella Vista y recuperó la condición de líder exclusivo.

Le costó sumar pero la lectura del partido que hizo Martín Lasarte le permitió llegar a la victoria.

El pequeño gran héroe fue Enzo Scorza. Un chiquilín de la casa que estaba esperando su oportunidad. Desempolvó los zapatos de fútbol, los lustró, se ajustó el pantalón, se metió la camiseta por dentro, se acomodó la vincha para cuidar su imagen y salió a la cancha renovado. Hizo los dos goles, se fue ovacionado y terminó llorando en el medio de la cancha.

Nacional, que venía primero después de ganarle el partido más largo de la historia a Villa Española, terminó rescatando un punto ante Cerro. El empate tuvo sabor a victoria por la forma en que se dio. De atrás, peleando cada pelota, metiendo a su rival en el arco. La respuesta anímica, física y futbolística fue excelente en la semana previa a un clásico.

Peñarol, tuvo serios problemas con River. No repitió lo que venía haciendo antes del parate y terminó pagando las consecuencias frente a un equipo que recuperó su toque y personalidad.

El aurinegro empezó a cantar la despedida.