La lluvia de ayer jugó en contra de los uruguayos

MATURÍN | DANIEL ROSA

La inhóspita jornada de ayer en esta ciudad jugó en contra de Uruguay. Un verdadero diluvio se desató apenas comenzado el encuentro entre Argentina y Brasil, el cual no sólo corrió al público del estadio (si había mil personas era mucho), sino que le hizo perder a los celestes la ventaja que podían tener con vistas al juego de mañana ante los albicelestes.

Al haber finalizado primero en su grupo Uruguay tenía la ventaja de disputar todos sus encuentros a las 18.15 horas local, cuando ya el Sol cayó. Por el contrario, Argentina jugó ante Paraguay a las 16 con un Sol que pegó fuertísimo y desgastó a sus futbolistas. Si ayer hubiera existido nuevamente una alta temperatura, los argentinos podrían haber llegado exhaustos al encuentro frente a los uruguayos. Sin embargo, aunque parezca mentira por estos lugares, hizo frío. Por lo menos para los habitantes locales, aunque habría unos 16 grados, temperatura agradable para los de más al Sur.

Es cierto que lo pesado de la cancha les comió piernas a los argentinos, pero también a los uruguayos y es por eso que se perdió toda la ventaja que se suponía podía existir. Desde ese punto de vista, entonces, puede tener mucho valor la decisión adoptada por Diego Aguirre de no haber alineado desde el inicio a Marcelo Silva, Tabaré Viudez y Abel Hernández.

El partido de ayer ante Colombia era más que importante, vital, pero en esto el técnico uruguayo se ha movido como un jugador de pool. Cada tiro que hizo (léase cambio) tuvo como objetivo no sólo meter la bola en la buchaca, sino dejar a la blanca bien posicionada para seguir embocando. En ese plan, que le dio muy buenos resultados en la primera fase, fue rotando el plantel hasta dejarlo con un potencial capaz de lograr batir al rival de turno, pero sin perder de vista que dentro de 48 horas había que jugar nuevamente. Para eso se ha reservado indefectiblemente a algunos jugadores.

GOLPEADOS. En el caso de Silva, Viudez y Hernández, no salieron como titulares porque estaban golpeados. El zaguero cayó mal en una jugada ante Brasil y sufrió un traumatismo en la espalda, detrás del hombro. "Evolucionó muy bien, porque la zona se desinflamó rápidamente", anunció el doctor Mario Pagano. Por las dudas, no se lo arriesgó. Tampoco a Hernández, quien experimentó una dolencia en la rodilla derecha. "Al principio sospechamos que podía ser un leve esguince, pero ni siquiera llegó a eso. Fue sólo un traumatismo". Viudez, en cambio, quedó afuera porque fue muy golpeado por los brasileños y, además, ya había jugado en los últimos dos partidos y sufría un poco de cansancio. "Tabaré no tiene problemas sanitarios, porque aunque le pegaron, su físico aguanta".