"Ojalá que Peñarol no se levante justo contra nosotros"

Habla pausado. Después de cada pregunta parece repasarla cuidadosamente antes de dar una respuesta. Se le nota entusiasmado, metido en cuerpo y alma en el proyecto que armó para Wanderers. Su llegada al fútbol uruguayo se dio por un hincha bohemio que tiene como amigo a un allegado del entrenador. De esa charla informal, surgió la idea de hablar con Salvador Capitano. Y el hombre aceptó. "Me gustó el desafío, me entusiasmó venir a un club como éste, que necesitaba ganar, cambiar la pisada", indicó a Ovación.

JOSÉ MASTANDREA

-¿Cómo llega Wanderers al debut del Torneo Clausura?

-Bien, venimos entrenando normalmente, sin inconvenientes. Está todo bien...

-¿Quedó conforme con lo que se ha hecho durante la pretemporada?

-Sí, estamos conformes con el trabajo, aunque debo reconocer que el equipo todavía no tiene el nivel que uno pretende. Falta... todavía falta.

-¿Cómo fue el regreso de los juveniles al plantel principal?

-Los vi recién el lunes porque tuvieron algunos días libres. Hicimos un trabajito con ellos, los noté cansados… es normal.

-¿Podrán estar a la orden este fin de semana?

-No sé... todavía no lo he resuelto. Veremos...

-¿Ha notado muchas diferencias en lo organizativo o en infraestructura respecto a los países donde usted dirigió?

-Mire... sería una falta de respeto de mi parte hablar de eso en el Uruguay, un país cargado de historia. Yo creo que cada cual sabe qué es lo que tiene y qué es lo que le falta. Uno trata de mejorar lo que puede en el club donde está. Los dirigentes han dado todo, se esfuerzan y han cumplido al pie de la letra con lo que se les solicitó. Ya van a ver, hay algunos proyectos, cambios, todo en beneficio de Wanderers.

-¿Cómo llegó al club?

-Bueno, fue algo curioso, fue a través de un amigo que a su vez tiene como amigo a un hincha de Wanderers. Todo surgió en forma casual, informal, en una charla. Le comentó lo que sucedía en el club, que estaban buscando un entrenador y ahí surgió mi nombre. Me llamaron y bueno, aquí estoy.

-¿Y porqué le dijo que sí a Wanderers teniendo propuestas de otros países?

-Porque me gustó el desafío. Era un club que no estaba bien, que buscaba un cambio, con mucha gente joven en su plantel, era un lindo proyecto y me entusiasmó esa posibilidad.

-¿Ha seguido a Peñarol?

-Sí, claro... acá se conoce todo muy rápido.

-¿Es bueno o malo que el rival de turno llegue mal, con problemas?

-Y... es difícil de saberlo en lo previo, pero los equipos con historia la sacan a relucir en cualquier momento. Lo único que espero es que Peñarol no se levante justo con nosotros este fin de semana. Uno no puede guiarse por lo que se dice.

-¿Por ejemplo?

-Y... hay temas. Escucho y leo lo que pasa con (Pablo) Cavallero y la verdad es que lo dirigí, lo conozco y es un arquero tremendo, serio, responsable. Va a ser difícil que Peñarol consiga un arquero de su categoría. Hay que caminar mucho para encontrar a alguien como él... me parece que por un gol, una mala actuación, lo han crucificado.

-¿Tiene el equipo definido para el sábado?

-No, todavía no. Nos queda otro movimiento de fútbol para decidirlo.

"Ni Bilardista ni Menottista, soy Solarista, el más capaz de todos"

La mayoría de los técnicos del fútbol argentino optaron por un camino que se divide entre la escuela de Carlos Salvador Bilardo o la de César Luis Menotti. Sin embargo, para Salvador Capitano no es válida ninguna de esas opciones: "Yo soy Solarista. Solari es el más grande de todos. Es el técnico más `aggiornado` del fútbol argentino, es el más capaz, no tengo ninguna duda. Y no lo digo porque soy su amigo, lo digo porque conozco su trabajo y su metodología. Es un desperdicio que no esté trabajando, que no vuelque toda su experiencia. Son esas cosas que uno no entiende", dice el nuevo entrenador de Wanderers. Sobre el estilo de juego que pretende para los bohemios, dijo que "me gustan los equipos que tratan bien la pelota, que juegan bien al fútbol".