El "chanchito" goleador

SILVIA PÉREZ

"¿Hablo con el goleador del torneo?" La pregunta ha sido recurrente en el teléfono de Claudio Dadomo. Y los mensajes de texto hacen alusión a lo mismo. Lo peor es que el futbolista de Cerro, que encabeza la tabla de goleadores del Clausura junto a Gastón Puerari, perdió su celular el domingo pasado y aunque le dieron otro con el mismo número, ya no le aparecen los nombres de quienes llaman o envían mensajes. Por lo tanto debe preguntar de quién se trata y la respuesta no se hace esperar. "¡Claro, como sos el goleador ya ni me conocés. Te agrandaste por tres goles!"

Cuando jugaba en Wanderers bajo la dirección técnica de Daniel Carreño sumó nueve goles en una temporada, pero nunca había estado al tope de una tabla de goleadores. "No soy de darle mucha importancia a esas cosas, pero ahora voy a comprar todos los diarios. Tengo que recortar la tabla, ponerle un marco y colgarla", dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

"Es algo bastante raro para mí, pero estoy disfrutando no sólo de los goles sino de que Cerro viene ganando y jugando bien. Lo mío es más casualidad que otra cosa. Pero el hecho de que me esté tocando jugar más arriba también influye. Jugamos con dos líneas de cuatro y estoy bastante cerca del área y llego siempre por el segundo palo. Es todo por el funcionamiento del equipo. Se están dando las chances, a veces las erro, pero estas por suerte entraron. Je", explicó.

De los tres que lleva anotados elige el último frente a Juventud de Las Piedras. "Fue de afuera del área y sirvió para ponernos en ventaja. Los otros dos fueron: uno de penal y otro en una jugada medio entreverada, pero igual no dejan de ser importantes porque se los hice a Navarro Montoya, un arquero con mucha experiencia y que ganó todo. ¡Y le hice dos! Son goles que no se olvidan. El mano a mano con el `Mono` lo ganó el `Chancho`", aclaró muerto de risa.

Llegó a Cerro en agosto del año pasado. Luego de haberse criado en Wanderers, pasar por Nacional y el fútbol sueco, encontró en la Villa una realidad diferente y apasionante. "Como tenía la esperanza de volver a Suecia porque me había ido muy bien, ir a Cerro fue un shock, pero me encontré con un plantel espectacular y desde el equipier al presidente todos me abrieron las puertas. Los jugadores son hinchas de Cerro y te obligan a serlo. Y lo de la gente es espectacular. Jugar todos los partidos con dos o tres mil personas en la tribuna es muy importante para nosotros. El otro día frente a Juventud llovía torrencialmente y la gente al firme cantando continuamente. Estoy muy contento y muy agradecido. Además, ahora que le presto más atención porque estoy ahí, cuando uno va por la calle ve camisetas de Peñarol, de Nacional y de Cerro", dijo entusiasmado.

Tiene contrato hasta el fin del Clausura con opción. Sigue pensando en volver al exterior, pero tampoco le disgustaría quedarse en Cerro. "Estoy muy cómodo, pero la realidad es que pasan los años y hay que aprovechar. Pero si me voy, me gustaría volver alguna vez. Tengo que aprovechar ahora que soy goleador. Je. De repente estos goles me abren puertas".

El DT asombra con sus dichos

Pablo Repetto, con quien Cerro hizo una buena campaña en el torneo pasado, se fue a dirigir a Bolivia y llegó Eduardo Acevedo. Aunque los futbolistas recién lo están conociendo, el nuevo DT los deslumbró con sus historias. "Eduardo habla y uno se asombra de lo que dice y cuenta. Te marca una jugada o un detalle y uno piensa `este tipo sabe`. Además, él nos venía siguiendo desde hace tiempo y nos conoce bien a todos. Llevamos pocos días con él y nos estamos adaptando a su idea, que es un poco diferente a la de Pablo (Repetto). Le gusta tocar el balón y no quiere jugar en largo. Nos pide que salgamos a presionar, de repente antes esperábamos un poco más", dijo el "Chancho".

El apodo quedó para siempre

El arquero Diego Irigoyen fue su compañero cuatro años en Wanderers y es el creador de su apodo. "Ni él sabe por qué. Aunque en esa época yo entraba a las duchas con una pistolita de chumbos y como no me veían por el vapor les disparaba en las nalgas. No sé si fue por eso o porque mi padre caza chanchos jabalíes, pero el apodo me quedó para siempre. En el único lugar donde me llamaban por mi nombre fue en Suecia y porque `Seba` Eguren se fue a España a los 20 días de mi llegada. Porque dos brasileños y un chileno ya habían empezado a decirme `Chancho`", contó.

Tenía que cuidar el negocio

Dadomo vive con su novia, Karen, hace un año. La joven, peluquera de profesión, lo acompañó en su experiencia sueca. Sin ella, los tres meses de interminables noches hubieran sido más difíciles. "Comenzaba aclarar un poco a las 11:30 y a las 14:00 ya había vuelto la oscuridad. Y en la época del sol continuo tenía que poner una frazada en la ventana para poder dormir". Cuando volvieron, el futbolista quiso invertir el dinero que trajo y puso una peluquería en Av. Brasil y Libertad. Tuvieron que venderla debido a los continuos robos. "Salía de entrenar y tenía que irme a cuidar la peluquería".