Apareció tras la roja

EDWARD PIÑÓN

Seis minutos después que Cerro Largo quedó en inferioridad numérica o, si se quiere, tres minutos más tarde que el técnico Danielo Núñez le dio a Antonio Pacheco el respiro que no había tenido hasta ese momento, al sacar del campo de juego a Miguel De Souza, Peñarol entró en escena.

Y con esa aparición, para la que también colaboró el entrenador aurinegro Julio Ribas, con sus acertadas variantes, la historia del partido empezó a tener un desenlace que -hay que remarcarlo- era imposible de prever por la forma en la que ambos equipos abandonaron el campo de juego tras la finalización del primer tiempo.

Mientras Peñarol se fue bajo una tormenta de silbidos e insultos, Cerro Largo se marchó con la ilusión de poder trasladar al marcador la enorme diferencia que había exhibido en el campo de juego.

Con un mediocampo que neutralizó al oponente, gracias al enorme despliegue de Nicolás Schenone y al inteligente control de Pacheco que hizo De Souza, el visitante hizo enormes méritos para adjudicarse la primera parte.

Si no llegó fue por la oportuna intervención del arquero Sebastián Sosa, por la falta de profundidad que acusó un elenco arachán que tuvo el control del balón o hasta por alguna decisión dudosa del línea. Eso sí, lo que está bien claro es que ayer Cerro Largo generó juego, pero le faltó la materia más importante para ganar un partido: gol.

También fue muy notorio que en esa primera mitad lo de Peñarol fue alarmante, al punto tal que su primera incursión de cierto riesgo sobre la valla de Pérez llegó en el minuto 50, por medio de un disparo de lejos del "Gaucho" De los Santos.

Pero, también es justo precisarlo, con un poco de actitud, con delanteros más rápidos, y con los errores que los visitantes cometieron, el aurinegro consiguió salir al frente.

Y tras ese impacto, vino otra cosa. Claro, Pacheco ya no tenía la marca pegajosa y, entonces, el fútbol comenzó a fluir y con ello las posibilidades de gol.

Entonces, hubo lugar para comprobar que Ramis es un proyecto de jugador muy interesante, por la forma en la que acelera y por la firme decisión que muestra al encarar con obsesión hacia el arco rival.

Lo increíble de todo es que el partido pudo terminar en goleada y todo merced al aporte de Pacheco, Ramis y también de Brian Rodríguez.

El caño (dos veces), algún rebote fortuito y hasta un error en la definición impidieron que el elenco carbonero terminara imponiéndose por pesto en el marcador. Lo que hubiese sido mentiroso en lo global, porque recién empezó a jugar a los 59 minutos.

La cifra

4 Partidos ya suma Peñarol por el Clausura sin conocer la derrota: tres triunfos y un empate.