Ahora hay cinco dioses en el Olimpo

La historia previa tuvo mucho peso en el inicio de la final del Abierto de Estados Unidos 2009 entre Federer y Del Potro. Era un 6-0 categórico que favorecía al suizo y éste lo hizo pesar quebrando rápidamente y no dejando entrar en el partido al de Tandil.

Así se quedó con el primer parcial ante la mirada de impotencia del argentino que buscaba respuestas que su banco no le ofrecía.

Todo cambió cuando Roger Federer sacaba 5-4 para ganar el segundo set y definir el encuentro. Ahí Juan Martín Del Potro, gracias al "ojo de halcón", ganó un punto clave que le permitió romper el saque del de Basilea por primera vez y llegar a los "penales" del tiebreak, donde un solo error de Federer emparejó el tanteador: un set para cada uno y de ahí en más todo podía suceder en Nueva York.

En el tercer parcial, dos doble faltas de la "Torre de Tandil" le dieron la manga a Federer y todo parecía tomar el rumbo del helvético.

Sin embargo, Delpo reaccionó, forzó otro tiebreak y ahí una doble falta del suizo le dio el set al argentino, y se fueron al quinto.

Una vez más Federer claudicó en instancias decisivas, y esto va dicho sin desmerecer la enorme labor del joven rioplatense, quien se levantó varias veces en el partido cuando parecía tener todo en contra.

Eso sólo los grandes lo hacen, y Juan Martín Del Potro es enorme, no solo por sus 198 centímetros, sino por su grandeza espiritual, que le permitió recuperarse de una adversidad que pocos superarían en esas mismas circunstancias.

Ahora son 5 los dioses en el Olimpo del tenis.