No es letra de tango, es puro verso

Los jóvenes ven la eclosión, casi lujuriosa desde el punto de vista económico, que provoca el Barcelona al proponerle la renovación del contrato a Messi, y "triangulan" esa realidad con la actual de nuestro fútbol y la otra que no vieron y "revivió" la Federación Internacional de Historia y Estadística al establecer que Peñarol y Nacional fueron primero y tercero entre los clubes deportivamente más poderosos de América en el siglo XX, y lógico: no entienden.

Por eso, precisando que gran parte de esa "conquista", ahora increíble, fue plasmada por aurinegros y tricolores entre los 60 y los 80, no está de más poner un ejemplo: en 1969, el arquero de Nacional era Manga, y Artime el centrodelantero, mientras que el entreala izquierdo de Peñarol era Ermindo Onega: el "1" de Brasil, y el "9" y el "10" de Argentina en el Mundial que se había jugado tan sólo tres años antes en Inglaterra.

Era lo mismo que si hoy, tomando como referencia el Mundial de 2006 en Alemania, para el próximo clásico, en Peñarol jugaran Riquelme o Tévez, y en Nacional lo hicieran Dida y Messi.

Con todo respeto por Mondaini y Martinuccio: "que 20 (o 30) años no es nada", no es una letra de tango; en este caso es puro verso.