Como en los viejos tiempos

Los goleadores uruguayos están de moda y San Lorenzo, con las arcas exhaustas, se las ingenia para traer a Alfaro soñando con que el resultado sea un Silva, un Boghossian, un Rodrigo López.

Buenos para integrar los grupos humanos, con fama de derechos y solidarios, con el termo bajo el brazo como si fuesen el logotipo de la orientalidad, los jugadores del otro lado del charco han elevado su prestigio después de anotar entre todos más de 70 goles el año pasado. La merma del autoritarismo de los euros, trajo mejores perspectivas para que sea en la Argentina como en los buenos viejos tiempos que los uruguayos pongan su marca.

Silva fue la nota de la semana al romper su relación con Banfield. El jugador alcanzó una cotización que tiene el derecho de hacer valer y, evidentemente, los dirigentes del Sur no quieren que el torneo ganado sea un dolor de cabeza muy pronto. Pero siempre será extraño el comportamiento de quienes dirigen. Seguramente por mucho más que la diferencia que tenían con Silva, ensayarán con otro delantero, buscacando lo que con Santiago, tenían de sobra.