El tipo de cambio suele ser un tema de preocupación para el sector agropecuario. Por ello varias de las preguntas al ministro de Economía, Fernando Lorenzo, en la conferencia "El agro en los tiempos que vienen: Agrointeligencia", fueron sobre ese tópico.
Lorenzo hizo hincapié en tres aspectos: la política de tipo de cambio flexible permite amortiguar shocks externos, el gobierno está atento a que no haya "desalineamientos" en el valor del dólar y que el proceso de desdolarización es "más pausado". Además descartó que haya un "atraso cambiario".
El ministro señaló que el tipo de cambio real es "una variable tan importante sobre la asignación de recursos, que hay que evitar desalineamientos de esa variable". Recalcó que es "muy importante entender" que un sistema de tipo de cambio flexible "opera como elemento de amortiguación".
Utilizó como ejemplo, lo que ocurrió en septiembre de 2008 cuando se desató una crisis internacional "que amenazaba los niveles de crecimiento de todo el mundo, pero en particular de los países emergentes", y "el tipo de cambio frente a la adversidad proveniente del exterior" tuvo "un rápido movimiento al alza".
"Juega como elemento compensatorio de esa mala noticia del escenario internacional", agregó.
De todas maneras, señaló que "esto es simétrico, juega también en la otra dirección" ya que "ante un cambio positivo en el escenario internacional reacciona de la forma contraria". Esto es, a la baja, que fue lo que ocurrió desde mediados del año pasado.
También refutó que haya "atraso cambiario", ya que cuando se ponen ejemplos de esas situaciones están "todos vinculados a tipos de cambio fijos", aseguró.
"En un sistema de tipo de cambio fijo lo que ocurre es que se exacerban -no se amortiguan- los efectos de los acontecimientos externos", dijo.
"Las bonanzas externas son más visibles y más impactantes, (pero) las adversidades generan efectos letales sobre la producción", agregó.
Explicó que en "un sistema de tipo de cambio flexible, para un país que prospera y aumenta la productividad en sectores clave de la economía, las presiones naturales son sobre la apreciación de la moneda (local, es decir el peso)".
Ante una pregunta sobre si con las tasas de interés que paga la deuda que emite el Banco Central no se genera un atractivo por esos títulos lo que termina impulsando más a la baja al dólar, Lorenzo respondió que pudo haber "algún problema de este tipo", pero que ello cambió con la nueva política que lleva adelante el gobierno. Ésta consiste en menores emisiones del BCU y más de Economía. "El proceso de desdolarización es más pausado y es más armónico y está generando menos dificultades y menos tensiones", afirmó.