Mides vetó un informe del INDA que detecta mal uso de plan social

El INDA detectó compras prohibidas de alcohol y tabaco por parte de familias que reciben tarjetas alimentarias, pero el Mides cuestionó el informe por entender que tiene errores de metodología, y por ello lo bajaron luego de su publicación.

Un reciente informe que analiza las compras realizadas por beneficiarios de la Tarjeta Alimentaria elaborado por el Instituto Nacional de Alimentación (INDA), fue vetado por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) por considerar que incluye errores de enfoque metodológico y una visión parcial de la información. Allí se indica que, a pesar de claras prohibiciones, en tres meses los beneficiarios destinaron casi US$ 20.500 ($ 404.867) de sus ingresos para adquirir cigarrillos, bebidas alcohólicas y refrescos.

Según el registro oficial, $ 11.536 se gastaron en bebidas alcohólicas y $ 4.118 en cigarrillos (casi 60 cajillas de 20 unidades).

Sebastián Pereyra, director de Integración Social del Mides, aseguró ayer a El País que el informe de enero del INDA (que depende del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social) comete "errores" porque entre otras cosas considera información "parcial". Explicó que las compras prohibidas pueden ser realizadas en el mismo acto por las familias pero, en vez de descontar el saldo de la tarjeta, lo hacen con efectivo. Reconoció sin embargo la posibilidad de irregularidades, y recordó que en 2011 hubo sanciones a siete comercios de los 800 habilitados para vender con el sistema.

Pereyra entiende que no se puede determinar el valor nutricional del consumo de una familia al analizar las compras con esa tarjeta.

Para corregir la discrepancia, Pereyra se reunió con el director de INDA y un representante del Ministerio de Salud Pública para acordar una elaboración conjunta en el futuro.

El informe estuvo publicado pocas horas en el sitio en Internet del organismo que tiene como lineamiento estratégico asegurar el acceso de la población a un nivel mínimo de alimentación nutricionalmente adecuada.

El titular del Mides, Daniel Olesker, había manifestado el martes su discrepancia con el análisis en una entrevista con el programa No Toquen Nada de Océano FM. "Nosotros entendemos la visión nutricional, pero nuestro objetivo inicial de la tarjeta es contribuir a la integración social a través de la comida", dijo.

Luis Álvarez, director del INDA, se defendió de los cuestionamientos cuando El País lo consultó ayer. "¿Y eso es bueno o es malo?", se preguntó. "Yo he medido cinco programas alimentarios y me dieron 95,86% de ejecución, ¿te parece que hay mucha diferencia?, ¿te parece un error?", insistió. El jerarca remarcó que la "evasión" detectada en el informe representa 0,6% de 75.000 familias beneficiarias, lo que significa a su juicio algo "intrascendente".

Álvarez informó que la herramienta "se está corrigiendo" y agregó que el Mides "está rastrillando y controlando a los beneficiarios" de las tarjetas.

"Lo nutricional que tiene mucho azúcar, o lo nutricional que tiene mucha papa, no es deseable. Pero bueno... son nuestros hábitos y nuestras costumbre. Cómo las corregimos es el asunto", reflexionó el director del INDA.

RUBRO NEGRO. El estudio tomó datos del trimestre junio-julio-agosto de 2011. Revela también que las casi 80.000 familias que reciben las transferencias utilizaron US$ 498.000 en productos que, aunque se permiten adquirir, figuran en la lista de artículos no recomendados por ser no comestibles.

Las compras registradas en el rubro "negro", compuesto por no comestibles ni productos de higiene o cuidado personal, se dividen entre "vestimenta" (33,8%), "utensilios de cocina" (21,2%), "juguetes infantiles" (10,4%), "artículos escolares" (5,8%) y "belleza" (5%).

En el desglose aparecen compras de "set de mates", artículos de iluminación, mascotas, artículos para bebé, estufas, radios, cafeteras, televisores, secadores y planchas, bolsas de agua caliente, repasadores, toallas, recargas de celulares, libros, artículos para vehículos, auriculares, pelelas, preservativos, ramos de flores, antenas para televisión, "zum", cd de música, banderas y "aparatos de mosquitos".

De total de las compras por $ 203.800.475 en el trimestre analizado, 38,9% fue para productos que constituyen una alimentación saludable, según el Inda, como cereales, carnes, frutas y verduras, lácteos, aceite y panificados, entre otros. Le sigue en cantidad (19,5%) el grupo de productos de higiene y cuidado personal.

En tanto 18,5% del gasto se destinó a alimentos procesados "cuyo consumo no es el naturalmente recomendado para adquirir con la tarjeta alimentaria" o tienen un "bajo valor nutricional", establece el organismo en su informe, y detalla que se trata de azúcar, yerba, grasas, alimentos procesados, café, enlatados, galletitas dulces, condimentos, jugos envasados, edulcorantes y pizza, entre otros.

En el gasto de los beneficiarios de tarjetas alimentarias destinados a productos con bajo valor nutritivo, que INDA coloca en el grupo de artículos "rojo" (galletitas rellenas, jugos en polvo, caldos en cubo, sopas, fiambres, golosinas, alfajores, snacks, chocolates, gelatinas y helados en barra ), representa 7,6% del total de compras.

El monto del ingreso a las familias con características de recibir el beneficio se mide de acuerdo a la cantidad de menores o mujeres embarazadas que componen el hogar. Para los casos que haya 1 menor a cargo la transferencia mensual es de $ 523, a las familias con 2 menores $793, con 3 menores $ 1.009 y 4 menores a cargo o más, $ 1.406 por mes.

El trabajo de INDA admite no saber el destino del gasto de US$ 2.000.000.

En las recomendaciones finales, el informe sugiere estudiar "nuevas alternativas" que "estimulen" la compra de verduras, frutas, carnes (con énfasis en el consumo de pescados), mediante un sistema de puntos y así "premiar" la compra de alimentos recomendados. "Esto también estimularía un uso responsable del beneficio", estima el organismo.

Asimismo, propone "revisar" la pertinencia del beneficio de Tarjetas Alimentarias de aquellos titulares de tarjeta que demuestren una compra de productos de alto valor y que no integran la canasta básica.

Tarjetas no pueden ser "sólo para que compren artículos"

Para el INDA, la herramienta de la Tarjeta Alimentaria debe "abordar la problemática alimentaria y nutricional de la población (con problemas bien conocidos: retraso de talla, anemia, bajo peso, crecimiento del sobrepeso y la obesidad y de las enfermedades crónicas no transmisibles), y no sólo ser un tarjeta para que los usuarios compren `artículos` sin otra intervención asociada". En el informe de análisis recuerda que el Estado tiene la responsabilidad de "ayudar a la gente a mejorar su nutrición", facilitando el acceso a una alimentación y nutrición adecuada, "legislando y monitoreando el cumplimiento de normas que protejan a los consumidores, informando, comunicando y promoviendo estilos de vida saludable". Señala también que se demostró una desaceleración del crecimiento económico y una continuidad de la pobreza. A juicio del director Pereyra, en cambio, el sistema de tarjetas tiene una "potencialidad impresionante", ya que permite entre otras cosas acceder a la trasabilidad del beneficio. Dijo a El País estar "muy contento" con el funcionamiento del programa y recordó que con la misma herramienta se piensa instrumentar el descuento de dos puntos de IVA, como se prevé en las modificaciones al sistema tributario.