El resultado fue un espejismo

RAÚL TAVANI

Nacional le ganó 2 a 1 a Central Español un partido que estuvo definido mucho antes del final. El resultado no refleja la superioridad que hubo entre un equipo y otro.

La victoria del tricolor fue totalmente clara. A los 4` apareció el primer error del arquero centralófilo, Yair Lemos, que le dejó servida la pelota a Sergio Blanco, quien convirtió. El árbitro Juan Cardellino marcó el centro de la cancha, hubo protestas, titubeos del asistente Leonel Méndez, y finalmente el árbitro lo consultó y se anuló el gol por mano del arquero afuera del área, cobrándose tiro libre para los tricolores. Grueso error.

A los 23` hubo una incidencia similar, el arquero palermitano perdió la pelota al querer jugar con los pies y cometió penal. Fue expulsado por segunda tarjeta amarilla. Sergio Blanco ejecutó la pena y abrió el tanteador. Todo estaba a pedir de boca para Nacional.

El rival con diez hombres, 1 a 0 arriba y las diferencias en el juego se hicieron aún más pronunciadas en favor de los tricolores, que sin jugar bien, prevalecieron en la cancha. Ese dominio vio sus frutos a los 36` cuando llegó el segundo gol convertido por el volante Álvaro Fernández. A esa altura, partido más que liquidado.

En la etapa complementaria, Luis Garisto movió algunas piezas de su equipo. Hizo ingresar a Gonzalo Daluz y a los 51` el recién ingresado capitalizó un error cometido por el floridense Martín Galain y acortó diferencias en el tanteador.

Pero ese resultado parcial tan ajustado fue un espejismo. No era lo que sucedía en el campo de juego. Cuando Óscar Javier Morales se llevó el equipo hacia adelante, Central Español no pasó la mitad de la cancha. El dominio era absoluto y se hizo más pronunciado cuando el conjunto palermitano quedó con nueve por expulsión de Andrés Fernández.

Fue un triunfo claro y festejado. Nacional llegó a la final. No sufrió, ni transpiró. Ganó el pleito sin despeinarse.

En Nacional esperan a los juveniles con los brazos abiertos

El martes llegará a nuestro país la delegación celeste que participa del Campeonato Sudamericano Sub 20 de Venezuela. El cuerpo técnico de los tricolores esperará a ver en qué condiciones llegan los futbolistas de la selección que se encuentran disputando el torneo. Nicolás Lodeiro, Santiago García, Sebastián Coates y Maximiliano Calzada, serán evaluados por técnicos y sanidad para ver si pueden ser tenidos en cuenta en los próximos compromisos de Nacional. Cabe recordar que el conjunto tricolor debuta en la Copa Santander Libertadores el próximo jueves ante San Martín de Porres y el domingo tiene la final ante Danubio. Todos los jugadores son importantes pero Lodeiro y el "Morro" lo son más. Ya fueron titulares en el primer equipo.

Álvaro Fernández: "Bienvenida sea ahora la final con Danubio"

"Fueron dos resultados que se podían dar y ahora bienvenida sea la final con Danubio. Teníamos que ganar y lo hicimos de buena forma. Era mi debut oficial y justo en una final. Era raro, el primer partido y el último. Uno siempre se va contento cuando le toca anotar o andar bien".

Adrián Romero: "Teníamos la ilusión de que terminara ahora"

"Nosotros sabíamos que teníamos que ganar y esperar otro resultado. Hasta último momento tuvimos la ilusión de que terminara todo este fin de semana pero al final no fue posible. Ahora hay que jugar un partido final con Danubio y lo vamos a afrontar con la seriedad de siempre".

Mauricio Larriera. El ayudante estuvo atento con las tarjetas

Mauricio Larriera, el ayudante técnico de Pelusso fue el que le advirtió al cuarto árbitro que Andrés Fernández, a quien el árbitro Cardellino le acababa de sacar amarilla, ya había recibido una anterior y por lo tanto debía ser expulsado. El cuarto árbitro le avisó al juez y lo echaron.

Blanco: "Yo sabía que Danubio iba a ganar... pensé que goleaba"

"Je... yo sabía que Danubio le iba a ganar a Peñarol. Es mucho más... je... hasta pensé que lo iba a pasar por arriba. No imaginé que ganara como ganó, en la hora, en el último minuto". (Sergio "Chapita" Blanco con una pizca de ironía y otra de seriedad, tras el encuentro en el estadio).