Un golpe de timón para virar

Los clubes están en apuros. Es una constante en el rugby llegar a fin de año sin metas consensuadas y de allí marcar pautas que sean de aplicación durante el período de la siguiente Directiva.

Este año se planteó un reclamo de mayor participación directriz, variantes en la planificación de actividades locales e internacionales, una política de desarrollo que lleve este deporte a todo el país con acciones concretas y no titulares que luego resultan difíciles de cumplir. Reclaman modificar objetivos y poner en un plano de equilibrio a selecciones y clubes.

Es el gran problema del crecimiento, donde no todos lo acompasan y en el caso local son más los que se quedaron lejos, no solo deportivamente.

Entre los factores irritantes se menciona un gasto (aportado por IRB) que superó el millón de dólares para atender las selecciones y un presupuesto mensual interno de la Unión que superó los 20 mil dólares.

Es responsabilidad de los clubes encontrar los nuevos caminos.

Sería el momento de dar un golpe de timón en la conducción de los intereses de todos.