|
Baleado. Joven falleció frente a su madre
DIEGO CASTRO
La Policía tiene pocas pistas sobre el asesinato de un joven de 29 años, que murió en la madrugada del sábado en Villa Española. Además, un joven ladrón baleado por su víctima en una rapiña murió horas después.
A las seis de la mañana Martín Quiroga golpeó la puerta de su casa, en Serratosa y Larravide. Su madre, asustada por la hora, preguntó quien era.
"Abrí la puerta que me dieron un tiro", le dijo Martín a su madre. Cuando la mujer destrancó la puerta de su casa el joven cayó desplomado al piso. La mujer llamó a la Policía y a una emergencia médica.
Nada pudieron hacer los médicos, ya que el joven falleció minutos después de caer al piso. Le habían disparado un balazo en el estómago.
La Policía no tiene demasiados indicios sobre este caso. En principio está descartado el ajuste de cuentas, ya que Quiroga estaba totalmente limpio de antecedentes penales y no era consumidor de ningún tipo de drogas, hasta donde los investigadores pudieron saber.
La hipótesis más fuerte es la de una rapiña, a la cual se pudo haber resistido y por eso recibió un disparo.
Tampoco se sabe a qué distancia de su casa ocurrió el hecho, ya que había muy pocos rastros de sangre. Hasta ayer efectivos de la Seccional 13ª y del Departamento de Delitos contra las Personas de la 2ª Zona procuraban reunir indicios y testimonios que condujeran la pesquisa hasta el o los autores de este crimen.
RAPIÑA. Un joven de 18 años, que protagonizó un asalto el viernes a la noche, falleció en la madrugada del sábado, tras recibir un disparo en el pecho.
Santiago Benítez, un delincuente con antecedentes, entró con un arma a rapiñar una granja en General Flores e Iberia, en compañía de un cómplice, en momentos en que un empleado estaba cerrando. Le exigieron la entrega del dinero pero el trabajador, que estaba armado, se resistió y se inició en el lugar un intercambio de disparos. El joven recibió un tiro en el pecho y el empleado fue baleado en una mano. El otro delincuente huyó del lugar.
El empleado, de 56 años, declaraba anoche en la sede judicial, ante el juez de 4° Turno, Eduardo Pereyra, quien decidirá si el caso se puede enmarcar en legítima defensa o no.
Mientras tanto, en la Policlínica de Capitán Tula, donde fue trasladado el joven fallecido, detuvieron a dos personas que fueron a ver a Benítez. Se trata de un hombre de 23 años y una mujer de 21. Ambos también declaraban en el juzgado ante el juez Pereyra.
De momento, según confiaron fuentes de la investigación, ya se ha podido probar una decena de muertes. En sus confesiones, según ...
Los copropietarios de un edificio de cuatro plantas situado frente a la playa Mansa, en Punta del Este, fueron condenados a ...
Van 51 asesinatos en 2012 y la mitad fueron ajustes de cuentas. Muchas de estas muertes se originan en disputas entre líderes de ...
A la denuncia de una "estructura paralela" dentro del Ministerio de Vivienda, se sumó una nueva acusación. Funcionarios afirman ...
Debido a la escasez de mano de obra la construcción está pagando a sus obreros en promedio un 33% por encima del laudo, según ...