Esas firmas en las que religión y negocios no están divorciados

POR MARIANA GODAY | [email protected]

Si bien los próximos días los católicos vivirán una semana especial que estará avalada incluso por algunos días libres en el trabajo, para las empresas en general se trata de Semana de Turismo y no Santa. Es que la empresa y la religión no suelen transitar los mismos caminos y, en Uruguay, un país laico por definición, esta separación es aún más evidente, dado que la mayoría prefiere que la cuestiones de fe queden circunscriptas a la vida privada.

En el caso de las empresas estatales, es la ley la que así lo dispone, mientras que en las privadas fue la sociedad la que se encargó de hacer la distinción y, cuando el fervor religioso por parte de la empresa se inmiscuye en las tareas cotidianas, no es bien visto por los trabajadores.

Pese a esto existen empresarios que han decidido hacer coincidir los valores religiosos con la forma de conducir el negocio. Por ejemplo, los directores de Bethel Spa son católicos y aseguran que dirigen la firma con los mismos valores que aplican a la vida en general. De hecho, el nombre de la empresa significa «casa de Dios».

«Los empleados de nuestro grupo nos quieren mucho porque los queremos como hijos y porque sobre todo tenemos don de servicio y amor», sostuvo Álvaro Padín, director de la firma. Aclaró que si bien no es necesario «creer en nada» para trabajar con ellos, esos valores son condición necesaria para todos.

En este caso, el vínculo entre la religión y la empresa implica conducir el negocio en base a la verdad y el respecto. «Es nuestra forma de vivir y lo compartimos y dio resultados. Acá no te vamos a vender gato por liebre, o te vendemos lo mejor o te decimos la verdad, que no es un tratamiento para Bethel. Nos va bien haciendo las cosas así, no en vano hemos abierto diez locales», sostuvo Padín.

La constructora Santa María también lleva los valores religiosos al trabajo. El ingeniero José Zorrilla, fundador de la empresa, sostuvo que lo primero que hicieron, para ser consecuentes, fue transparentar que se iban a regir por los valores cristianos.

«Tenemos un código de conducta que está inspirado en valores cristianos y que implica a su vez los valores que necesita una persona para ser un buen profesional de la construcción», señaló Zorrilla.

Por seguir este modelo de transparencia, la empresa perdió la posibilidad de participar en muchos negocios pero ganó «la confianza y solidez en la relación con los clientes y con los miembros de Santa María», explicó el empresario. Sin embargo, fue esta misma forma de proceder la que los llevó a vivir situaciones un tanto insólitas en el mundo empresarial.

«En la crisis de 2002 todos los capataces nos plantearon que con el nivel de sueldo que estaban ganando (estamos siempre por encima de los de plaza), la empresa estaba siendo menos competitiva. Nos dijeron que querían ganar menos para que la empresa fuera competitiva. Eso nos dejó con la boca abierta», recordó Zorrilla.

ORACIÓN EN EL TRABAJO

Las firmas que están alineadas a los valores y formas de comportamiento de determinada religión, no se limitan a ponerlo de manifiesto en su misión y visión, sino que van más allá, y se animan a celebrar la fe en el trabajo.

En Bethel Spa hay grupos de oración que funcionan todos los viernes al cierre de la empresa, en el que participan 20 de los 100 funcionarios de la firma.

En Santa María también hay lugar para el rezo grupal, pero al principio de cada semana. «No están obligados a participar, pero se da naturalmente que respetan y nos acompañan y para nosotros es importante también», contó Zorrilla.

La Universidad Católica realiza misas todos los días para funcionarios y estudiantes. El vicerrector del Medio Universitario, Álvaro Pacheco, explicó que todas las actividades religiosas son optativas, para dejar así espacio a la participación de estudiantes, docentes y funcionarios de otras religiones, que los hay.

En el caso del Discount Bank, controlado por el Israel Discount Bank de Nueva York, brinda dos días de licencia a los funcionarios judíos para que puedan participar de las principales celebraciones de la comunidad. Estos dos días también se otorgan a los demás funcionarios como licencia extra.

Neker de la Llana, gerente de Servicios Profesionales de Manpower analizó que «en el mercado local hay más bien una postura de conciliar perspectivas entre la empresa y los funcionarios», señaló. «No hemos tenido experiencias donde la práctica religiosa haya sido un obstáculo», agregó.

SUPERAN PREJUICIOS

Si bien en el ámbito laboral dominan la tolerancia y el respeto, todavía persisten los prejuicios respecto a aquellos practicantes de las religiones no dominantes, como evangélicos, testigos de Jehová, umbandistas o mormones.

De la Llana explicó que si bien este prejuicio no evita la contratación del trabajador, sí genera una mayor sensación de «incertidumbre y temor respecto a que haya una expresión de lo religioso que interfiera con lo laboral o que termine generando algún tipo de situación o malestar en el ámbito de las relaciones internas a la empresa».

De todos modos, son cada vez más los empleadores que reconocen que estos trabajadores tienden a ser «muy responsables y respetuosos de las normas, orientados al trabajo, esforzados», concluyó el experto.

Responsabilidad social empresarial con tintes religiosos

En las empresas donde los valores religiosos están presentes, suele ser común la puesta en práctica de actividades extra laborales destinadas a ayudar al otro. En el caso de Bethel Spa, la colaboración se brinda a través de la oración. «Nos ha pasado de personas ateas que ven lo que hacemos y nos piden que vayamos a rezar a su casa por algún motivo en particular», explicó Álvaro Padín, director de la firma. En la Constructora Santa María, esas actividades suelen vincularse al trabajo que realiza la empresa, por lo que es frecuente que colaboren en la construcción de capillas o escuelas. Ahora ayudan a realizar las ampliaciones del Liceo Jubilar.