No hay mensaje ni operativo que cure este mal

DIEGO PÉREZ

Parece inevitable. No hay operativo de seguridad que "aguante" a los violentos que le están ganando por goleada al fútbol uruguayo.

Antes del clásico hubo unos 30 detenidos por desmanes, reventa de entradas y por tratar de ingresar al estadio con drogas.

Hubo algún cruce de hinchadas, pero menor, aunque en un episodio que se suscitó en Avenida Italia y Solferino, un hincha de Peñarol que se dirigía al estadio Centanario resultó herido tras ser atropellado por una camioneta. Según algunos testigos, no se trató de un accidente, sino que supuestamente habría sido un hecho premeditado por el conductor, aunque esta eventualidad no fue probada por las autoridades.

Varias personas manifestaron en el lugar que mientras un grupo de unos 40 hinchas aurinegros iba cruzando la avenida, el chofer en cuestión se cruzó de senda en la esquina anterior y circuló esos 100 metros en sentido contrario al debido hasta que en el momento de "toparse" con los hinchas, arremetió contra ellos y se dio a la fuga.

El herido fue derivado al Hospital de Clínicas y al cierre de esta edición su estado era reservado.

Después del partido, hubo corridas y pedreas en los lugares en que las hay siempre que se juega un clásico: en la intersección de las tribunas Colombes y Olímpica y en los cruces de la avenida Italia con la Centenario y con Las Heras. Centenares de hinchas de Nacional desoyeron las órdenes de mantenerse en el estadio hasta el desalojo de la hinchada de Peñarol y, obviamente, se cruzaron con los carboneros que iban rumbo a Avenida Italia. Los Coraceros actuaron rápidamente, reprimiendo en varios casos a hinchas de ambos bandos. Hubo 19 detenidos más tras esos incidentes, totalizando 49 antes y después del clásico.

Incidentes

Tres ancianos entre piedras

"Cúbranle la cabeza con la mochila a la señora", le aconsejó un hincha tricolor a dos señores mayores de 70 años que quedaron en medio de la pedrea entre los hinchas en el cruce de tribunas Colombes y Olímpica. Luego, cuatro jóvenes se ofrecieron de "escudo".

Pedradas a los coraceros

En momentos en que una decena de Coraceros marchaba hacia la Seccional 9ª con dos hinchas de Peñarol detenidos (un hombre y una mujer), varios tricolores arremetieron con piedras contra ellos mientras otros -la gran mayoría- pedían que no lo hicieran.

Buscaba refugio y recibió golpe

Tras el comienzo de la pedrea, un hincha de Peñarol que estaba buscando refugio recibió un violento golpe en el pecho de parte de un Coracero. "¡Vamos, vamos!", le increpó ante la incredulidad (y el dolor) del hincha, que sólo pretendía resguardarse.