El candidato prohibido desafía a Chávez y se postula para el 2012

CARLOS TAPIA

El precandidato opositor para las elecciones de 2012 en Venezuela, Leopoldo López, dice que el presidente Hugo Chávez le tiene miedo. Y compara al mandatario socialista con los dictadores Augusto Pinochet, Rafael Videla y Alberto Fujimori.

"La justificación por la que el chavismo no quiere que compitamos está totalmente vinculada al temor. Nosotros tenemos una propuesta clara y es eso lo que asusta", declara López, de 40 años, a El País.

Él lidera el partido Voluntad Popular, que es parte de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática. Allí se agrupan todos los políticos detractores al modelo chavista -sean de derecha, izquierda o centro- que sueñan con evitar que el presidente, que está al mando desde hace 12 años, logre ganar una nueva reelección en octubre del año que viene.

Pero el caso de López tiene una particularidad. Este joven político que se graduó como economista en Estados Unidos -estudió en la Universidad de Harvard, entre otras- y que fue por dos períodos consecutivos alcalde del rico municipio de Chacao, no puede participar en política. Sobre él pesa desde 2008 una prohibición de la Contraloría General de la República que le impide postularse a cualquier cargo. ¿Por qué? Por dos presuntos casos de desvío de recursos. Él lo niega. Y no es el único.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció hace pocas semanas a su favor y exigió que le sean restablecidos todos sus derechos políticos. La posición oficial del gobierno venezolano vino de boca del propio presidente Chávez. Dijo que la CIDH era "un cero a la izquierda". Y añadió: "El corte de mi cabello vale más que esa Corte".

"Esa fue la misma actitud que han tenido otros gobiernos en la historia de América Latina", sostiene López. "Recientemente (el expresidente peruano) Fujimori tuvo la misma actitud sobre fallos internacionales y con los mismos argumentos. También fue la postura que siempre tuvieron dictadores como (los expresidentes de Chile y Argentina) Pinochet o Videla. De la misma forma Venezuela se aísla del mundo. Porque la CIDH fue creada para un grupo de naciones del cual Venezuela es miembro. Y sus decisiones son vinculantes dentro de estos países", expresa el político.

Sin embargo, López es optimista y sostiene que el chavismo va a habilitarlo tarde o temprano "pues no tiene otra opción. Debe elegir entre cometer un delito o no". Y lo que dice es cierto. Venezuela, como parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) suscribió con la Corte Interamericana convenios internacionales, tanto económicos, políticos y sociales, como en materia de Derechos Humanos. Y el carácter de estos pactos es supraconstitucional.

La CIDH en su fallo dado a conocer el 1° de septiembre pasado, sostiene que en el caso de López el Estado venezolano es "responsable por la violación del derecho constitucional a ser elegido" y llamó al Consejo Nacional Electoral de Venezuela -que aún no acusó recibo- que "no se impida su postulación".

¿Quién es Leopoldo? La primera experiencia política de López fue en la Escuela Hun de Princeton, Nueva Jersey, donde fue elegido presidente del alumnado. Luego realizó una maestría en la Universidad de Harvard, volvió a Caracas y decidió dedicarse a la política. Lo hizo ingresando a la asociación civil Primero Justicia -que luego se convertiría en un partido. Con este grupo ganó en 2000, con el 51% de los votos, las elecciones de Chacao. Cuatro años más tarde logró la reelección, pero con un 79,5% de sufragios a favor.

En el medio, en 2002, López tuvo una participación activa en el golpe de Estado contra el ya presidente Chávez. Estuvo implicado en el arresto ilegal del ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín. Una amnistía otorgada por el propio mandatario evitó que terminara en prisión. "En 2002 hubo un momento de mucha tensión, de polarización, donde todos cometimos errores", reconoce hoy el precandidato opositor. Y agrega: "Creo que desde ahí tenemos que avanzar en lo que significa una propuesta en donde exista la convivencia, donde halla un punto de encuentro desde el respeto del Estado de derecho y la institucionalidad".

Pero los casos por los que López está prohibido tienen que ver con: una donación recibida por Primero Justicia (cuando López ya era miembro) en 1996 otorgada por la estatal Pdvsa y aprobada por la propia madre del ahora precandidato que pertenecía a la empresa; y, el otro, se refiere a un presunto desvío de fondos en la alcaldía de Chacao.

"La Justicia reconoció que en ninguno de los dos casos hubo daño patrimonial. Primero Justicia concursó y recibió donaciones como lo hicieron otras 30 organizaciones. Y sobre lo otro, del desvío de recursos que se está hablando, es en realidad de un dinero que se destinó para pagarle a bomberos, policías y otros funcionarios", se defiende López.

A la hora de definirlo, el chavismo dice que el candidato de Voluntad Popular, al igual que su partido, es de "extrema derecha". Pero él no está de acuerdo con esta interpretación. "Nosotros somos un movimiento progresista -remarca-. Hemos planteado una visión que la defino con una sola frase: `todos los derechos para todas las personas`. Tenemos una postura muy concreta en torno a una visión económica que impulse el empleo, que permita que el Estado sea fuerte, pero también que el sector privado sea parte de ese crecimiento".

Las elecciones internas de la oposición son el próximo 12 de febrero. Mesa de la Unidad Democrática permitirá que López participe pese a que la Contraloría aún no se ha pronunciado. Para los comicios presidenciales de octubre, sin embargo, necesitará la habilitación oficial.

Oposición capta un 45%; gobierno confía en división

Si hay algo que caracteriza a la Mesa de la Unidad Democrática es la pluralidad de voces. La alianza opositora que pretende evitar que Hugo Chávez gobierne Venezuela por 18 años consecutivos (los 12 que lleva más seis si triunfa en octubre del año que viene) está formada tanto por exmiembros del gobierno que desertaron, como por políticos de la derecha dura del país. Es precisamente esta diversidad lo que alimenta la confianza del chavismo de que una división es inminente.

"Ese es el sueño que ellos tienen, que nos dividamos", señala Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular, que integra el bloque opositor. "No hay posibilidades de que ello ocurra -prosigue-. Hay demasiadas responsabilidades. Demasiados compromisos para sacar a Venezuela adelante. Queremos un país amplio y democrático y esto va a estar por encima de cualquier intención de fractura".

La Mesa de la Unidad Democrática cuenta con otros varios aspirantes a la Presidencia, entre ellos está el gobernador de Zulia, Pablo Pérez, y el de Miranda, Henrique Capriles Redonski. El primero es el delfín político de Manuel Rosales, que se enfrentó a Chávez en las presidenciales de 2006 y desde 2009 vive en Perú donde se exilió tras denunciar una persecución política.

Según sondeos de la firma Datanálisis y del Instituto Venezolano de Datos (IVAD), quien gane la interna opositora contará con, al menos, 45% de los sufragios seguros de votantes que ya no quieren saber nada con el chavismo. Sin embargo, la popularidad del presidente sigue rondando el 40%.

"Creo que ahora lo que hay es mucha expectativa sobre quién va a ser el candidato y cuál va a ser la propuesta clara de la oposición, y por eso la popularidad de Chávez continúa siendo alta", justifica López. "Cuando se sepa quién va a competir, los que todavía dudan de que haya una alternativa de calidad, con compromiso, con visión de unir al país, las cosas van a cambiar. Y nosotros estamos preparados para ganar la interna y las presidenciales", concluye.